El Consejo de Ministros aprobó ayer el segundo recorte consecutivo en el techo de gasto del Estado. El Gobierno lo reducirá esta vez en un 4,4 por ciento, lo que supone rebajar el gasto no financiero en 5.666 millones de euros, hasta dejarlo en 123.354 millones. Se trata de una medida acertada, que continúa por la senda de la reducción de gasto de las arcas públicas y de la austeridad. Además, es coherente con la exigencia de rigor fiscal que se ha hecho también a las autonomías y corporaciones locales. Dado que la recuperación se afianza y los intereses de la deuda suponen una menor carga, es favorable para las cuentas públicas que esto no sea utilizado para volver a despilfarrar, sino para seguir por una senda prudente de consolidación fiscal.