H ace algunos años, en EEEU, Wells Fargo era el denominado banco reloj. Resultados siempre en tiempo y forma, ganancias estables y recurrentes trimestre a trimestre. Algo parecía le sucedía en España al Banco Popular, hasta que la crisis hizo mella en sus ratios y La Caixa se convirtió en CaixaBank. CaixaBank es la tercera entidad financiera de España. Sus compras en los últimos años de otras cajas de ahorros, como Banca Cívica, y la adquisición de Barclays en España la consolidan como un actor en inmejorable posición. Isidro Fainé tiene el increíble récord de seguir dotando, cada año, a la Fundación la Caixa con 500 millones de euros. La mayor ONG de Europa. En 2014, CaixaBank obtuvo un beneficio de 620 millones de euros y cuenta con 13,4 millones de clientes, todo un récord teniendo en cuenta los problemas políticos que Cataluña. Es más en 2014, CaixaBank captó la gestión de 600.000 nuevas nóminas, lo que significa que, independientemente de la deriva política de Cataluña, la entidad financiera es digna de confianza de miles de empresarios españoles. Y en esto Fainé también tiene mucho que decir. El hombre discreto, de voz pausada y que huye de los rumores, cuando tuvo que dar el paso de posicionamiento político respecto de la identidad de La Caixa lo tuvo claro, " CaixaBank será una entidad española en caso de que Cataluña inicie un camino hacia la independencia". Dicho y hecho, cambió los estatutos en abril de 2014 en un compromiso para "vertebrar España y Cataluña", y en el que ya no se blinda Barcelona como la sede social de la entidad, aunque de momento siga en Barcelona. CaixaBank es mucho mas que una entidad, y su presidente, mucho más que un banquero. Es uno de los cinco hombres más poderosos en España, y la entidad a la que ha estado ligada toda su vida un trasatlántico financiero que ha sobrevivido al iceberg de la convulsión crediticia de los últimos siete años.