El BCE ya empieza a perfilar las medidas que tomará en su reunión de junio. La bajada de tipos es segura, pero no será la decisión más significativa. Parece que Draghi prepara un programa de subastas de liquidez a largo plazo -LTRO-, como hizo en diciembre de 2011 y febrero de 2012, para impulsar el crédito a pymes. Para que la operación no fracase y el crédito se embalse en los bancos, como sucedió en esas ocasiones, también se puede bajar la tasa de depósito. Por primera vez sería negativa, lo que significa que el BCE cobraría por sus depósitos a las entidades. Queda por ver si estas medidas no corren la misma suerte que sus predecesoras y son capaces de asegurar la liquidez que necesita la economía real. Un desafío realmente difícil.