El Partido Popular, la segunda fuerza política del país, está sumido en una evidente crisis de liderazgo. La situación provoca que, en estos momentos, su operatividad como principal partido de la oposición sea casi nula, al igual que su capacidad de funcionamiento. Su actual presidente, Mariano Rajoy, no ha sabido bregar con las bases del partido, y falla en su cometido cuando se trata de aunar esfuerzos y crear una sola corriente dentro de sus filas. Ésta es una condición necesaria que no se está dando y, por tanto, el partido no funciona. Como es lógico, la segunda derrota que supusieron las elecciones generales del pasado 9 de marzo está pasando una factura que Rajoy no se atreve a asumir, lo que significa un contundente acto de irresponsabilidad política. Por ello tampoco debe sorprender que la tripulación del barco busque la solución que su capitán ignora con conocimiento de causa. A medida que se acerca el Congreso previsto para junio, las opciones van tomando cuerpo, en especial la posibilidad de que se presente una candidatura alternativa que, como publica hoy elEconomista, bien podría estar encabezada por el ex ministro de Ciencia y Tecnología, Juan Costa. Esto es al menos lo que pretende el sector más crítico con la ineficiente gestión de Mariano Rajoy, sin que queden descartadas por ello otras opciones. La cita en Valencia se configura como posible punto de inflexión para que la organización política inicie un profundo e imprescindible proceso de renovación. Es una oportunidad única. Sólo así el Partido Popular podrá recuperar la normalidad y empezar a cumplir su compromiso con los más de 10 millones de personas que le votaron en los últimos comicios.