Después de muchos meses de largas negociaciones, la inmobiliaria Colonial ha dado el sí quiero a Villar Mir con una ampliación de capital de hasta 1.000 millones de euros. Villar Mir inyectará 300 millones que servirán para cerrar una etapa de especulaciones sobre el futuro de Colonial y asegura su viabilidad, lastrada por la situación de Asentia, su banco malo donde tiene depositada la cartera de pisos. El próximo 21 de enero el consejo de administración presentará a la junta la propuesta de ampliación, pero a priori todo hace pensar que gane el sí, ya que la operación se realizará sin excluir el derecho preferente de los accionistas, que podrán ir o no a la ampliación en las mismas condiciones. Villar Mir repite en cierta medida la operación realizada con la entrada en Abertis, con la búsqueda de dos socios que aporten capital en la operación. En este caso se trata de los andorranos de Amura Capital, con una aportación de 100 millones, y la familia colombiana Santo Domingo, que han garantizado cubrir otros 100 millones. Estos tres inversores respaldarían la entrada, garantizando en total unos 600 millones de euros, lo que sin duda permitirá a la inmobiliaria solucionar los problemas financieros que arrastra desde hace unos años y que podrían poner en peligro su continuidad. Villar Mir no tendrá el control del grupo, ya que su participación no superará el 30 por ciento. Aún así, es la llave para entrar en el negocio inmobiliario, sobre todo en el segmento de oficinas, que da buenos resultados. Será labor de la CNMV vigilar que la operación ha sido limpia y que no hay concertación entre los inversores. No obstante, es un paso acertado en la refinanciación de la deuda de 2.100 millones de euros.