No por disfrazar la realidad, los problemas desaparecen. Se equivocó ayer Mariano Rajoy al asegurar que en 2013 no se destruye empleo y que los salarios han subido. La EPA dice lo contrario y también el registro de afiliados de la Seguridad Social. Es cierto que podemos haber tocado fondo en el tercer trimestre, pero el exceso de optimismo es contrapoducente. Bruselas se lo ha recordado recientemente al Ejecutivo y advierte que queda mucho trabajo por hacer. En cuanto a los salarios, los convenios firmados pueden haber subido, pero ¿en cuántas empresas se han aplicado? La realidad es que para sortear dificultades empresas y trabajadores han bajado los sueldos o los han congelado. Rajoy no debe jugar con las estadísticas para maquillar los hechos.