La creciente tensión que atraviesan las relaciones entre España y Gran Bretaña está contribuyendo a dejar en un segundo plano otros temas relevantes para la vida política del país. El más inmediato se produce hoy y está relacionado con las comparecencias ante el juez Pablo Ruz de la Audiencia Nacional, en calidad de testigos, del exdirigente popular Francisco Álvarez Cascos, así como de Javier Arenas a cuenta de la contabilidad B del Partido Popular. Una cortina de humo que no impedirá que las cámaras se centran mañana en la comparecencia de María Dolores de Cospedal ante el mismo juez. Muchas pruebas se acumulan encima de la mesa y deben ser clarificadas para zanjar un tema espinoso que daña la credibilidad del país.