E ntre los pioneros de la economía del Siglo XX se encuentran John Maynard Keynes y Friedrich August Hayek. Keynes abogaba por la necesidad de intervención por parte de los gobiernos para evitar el colapso de la economía. La teoría de Hayek se basa en que la intervención de los bancos y del gobierno crean economías inflacionarias y no funcionan a largo plazo. Durante una buena parte del siglo pasado hemos visto aplicarse ambas teorías, y lo cierto es que ninguna de las dos ha funcionado al cien por cien. Actualmente la filosofía que predomina a nivel mundial es la de Keynes, aunque todavía no es evidente el éxito de la misma. Estados Unidos se puede permitir controlar su política monetaria, mientras que España depende del BCE. Es cierto que el PIB de EEUU en la actualidad tiene un crecimiento del 0,1 por ciento y la CE prevé una recaída del PIB en la Eurozona de un 0,3 por ciento para el año en curso. Las inyecciones de capital suelen suponer una subida de la tasa de inflación, pero si comparamos a EEUU con la Eurozona las tasas de inflación hasta la fecha son de 1,6 por ciento y 2,7 por ciento, respectivamente. La pregunta que nos planteamos es: ¿Cuál de estas dos economías saldrá antes de la crisis? EEUU ha basado el crecimiento de su economía en la máquina del dinero, inyectando una cantidad enorme de capital en prácticamente todos los sectores. El número total de las empresas americanas que se han beneficiado de las ayudas de la Fed han sido 926. De estas 926 empresas, todas pertenecientes al sector financiero, el Gobierno americano ha gastado un total de 700.000 millones de dólares a través del programa "TARP" (Fondo de Rescate de Activos Tóxicos). Todas estas políticas expansivas han ayudado a mantener a flote el sector financiero americano. La pregunta es: ¿qué ocurrirá cuando el gobierno americano tenga que apretarse el cinturón y sacar las tijeras? Nosotros somos de la opinión de que EEUU podría caer en una recesión profunda cuando la Fed retire todos estos programas de ayuda, es decir, es imposible que el sector privado mantenga un crecimiento continuo con dinero ajeno. La situación más temida por los mercados es cómo se manejará el famoso Fiscal Cliff que ahora se inicia. Las reformas estructurales en EEUU brillan por su ausencia aparte de la implementación del "Dodd-Frank Wall Street Reform and Consumer Protection Act", que es una entidad pública creada por el Gobierno americano con el objetivo de supervisar estrictamente todas las transacciones llevadas a cabo por la entidades financieras estadounidenses. En la otra orilla del Atlántico, España se sitúa en el polo opuesto del espectro económico y ha llevado a cabo una serie de recortes y subidas de impuestos importantes. Algunos de estas subidas de impuestos y recortes presupuestarios son: subidas del tipo normal del IVA desde un 18 a un 21 por ciento, el IVA reducido ha subido desde un 8 a un 10 por ciento, la subida del IBI desde un 4 a un 10 por ciento, recortes a los ministerios de sanidad y educación de 10.000 millones de euros, menos prestaciones por desempleo, etcétera. España también ha implementado una serie de reformas estructurales, tales como la extensión de la edad de jubilación hasta los 67 años, la implementación de la nueva ley de reforma laboral para fomentar el empleo y un plan para emprendedores con ventajas fiscales, entre otros. Sí es cierto que todas las políticas restrictivas llevadas a cabo por el Ejecutivo refuerzan la imagen de España ante los inversores internacionales, pero es también cierto que todo la clase media sufre y apenas tienen lo suficiente para acabar el mes. Comienza a haber algunas señales optimistas, como la mejora de la competitividad, que ha permitido un aumento de las exportaciones de productos made in Spain y por consiguiente una mejora de la balanza de pagos, optimismo que el Gobierno viene apoyando con ciertas medidas expansivas, tales como incentivos fiscales para los emprendedores que contraten el plan de crédito para las pymes y también el anticipo de pagos pendientes de clientes públicos. Soluciones: EEUU debería dejar que su propia economía crezca por sí sola de forma controlada pero sin pausa, es decir, sería recomendable retirar la mayoría de las políticas expansivas ya implementadas. Mientras, España tendría que comenzar a implementar políticas de estímulo a su economía porque de momento las únicas dos vías de salida para esta crisis son las exportaciones y la inversión extranjera. Es decir, que la solución estaría en un equilibrio entre las políticas monetaristas y keynesianas. De momento España ya se ha apretado el cinturón y EEUU no, así que llevamos cierta ventaja.