H oy en día todo el mundo habla de las redes sociales, de la importancia que tienen para los mutualistas de una compañía, para la marca, para los empleados… pero, sobre todo, de la necesidad de estar en las redes sociales como sea. Esta posición de hay que estar, lejos de favorecer los intereses de la compañía, puede causar efectos negativos si no está correctamente manejada e imbricada en la estrategia de la aseguradora. Las redes sociales constituyen una de las palancas fundamentales de la transformación digital que se están produciendo en las compañías y especialmente en las aseguradora A modo de resumen, podemos afirmar que hay seis impactos destacables de las redes sociales en la operativa de negocio de las aseguradoras: - Marketing/branding: a través de las redes sociales, la aseguradora puede incrementar el atractivo de la marca mediante la creación de una imagen de la compañía. - Proceso comercial: la aseguradora puede incidir en el crecimiento de la cartera de clientes publicitando las ofertas y servicios de la entidad en las redes sociales, sirviendo como canal de publicidad realizada por los mismos asegurados cuando transmiten sus experiencias sobre determinados servicios. - Gestión de la relación con el cliente: las redes sociales permiten potenciar la comunicación directa entre la compañía y los clientes, consiguiendo información de los servicios que presta, mejorando la calidad del servicio y transmitiendo de forma rápida información a un gran porcentaje de clientes a bajo coste. - Desarrollo de nuevos productos/servicios: se puede obtener provecho de la creatividad, conocimiento y experiencia de numerosas personas para desarrollar nuevos productos y recoger en las redes las opiniones sobre nuevas coberturas antes de que salgan al mercado. - Gestión del fraude: la información que aparece en las redes sociales, correctamente analizada, permite detectar potenciales y reales casos de fraude. - Impacto interno: se pueden utilizar las redes para la captación y el reclutamiento de agentes, presentación de productos a mediadores, etc. Con el fin de articular todas estas palancas y aprovechar las bondades de las redes sociales obteniendo el máximo beneficio, las aseguradoras deberían elaborar una estrategia consolidada de gestión en redes sociales. No obstante, la realidad es bien distinta: según un estudio interno realizado por Capgemini Consulting, sólo un 18 por ciento de las aseguradoras con presencia en las redes sociales reconoce tener una estrategia consolidada de gestión en las mismas, sólo un 30 por ciento disponen de la figura del community manager, sólo un 38 por ciento realizan acciones de difusión y comercialización de productos, sólo 3 de las 20 entidades más importantes en España tienen más de 10.000 seguidores en Facebook, sólo, sólo, sólo… ¡y no acabaríamos! Por tanto, si las empresas aseguradoras no quieren perder el tren de la transformación digital, tienen que elaborar su propia estrategia en redes sociales, decidiendo para qué quieren estar en las redes sociales y cómo quieren estar, todo ello a través de un proceso estructurado y ordenado en el que es imprescindible la implicación de la dirección de la compañía aseguradora. Ya no sirve decir "a ver qué hacen otras aseguradoras y ya veré qué hago yo", porque mientras tanto el tren va pasando, tal vez lleguemos tarde, y, como todos sabemos, los retrasos se pagan caros.