Aunque en junio se hacen más contratos en España porque en verano aumenta la actividad del sector de los servicios -hostelería y turismo-, la reducción del paro el mes pasado -que es la más pronunciada en los últimos cinco años- es una buena noticia. Si se miran con detalle los números, se observa cómo el paro registrado se reduce en todos los sectores económicos. Lo más llamativo es que en la industria ha bajado el número de parados en 7.444 personas, es decir, un 2,6 por ciento. El dato es importante porque coincide con la tímida recuperación de la inversión industrial, algo necesario para que mejore la competitividad de las empresas. El retroceso del paro en el sector servicios -del 2,7 por ciento- también es positivo, porque indica que el alza continuada de los tipos de interés -el precio del dinero- no ha hecho mella en actividades claves para el consumo como son la distribución o la banca. Igual puede decirse de la construcción, donde el paro retrocedió el 1,5 por ciento. En resumen, el paro sigue reduciéndose en los sectores que tienen que ver con los dos motores actuales de la economía española: la construcción y el consumo. Además, los contratos indefinidos han aumentado el 20,8 por ciento los últimos doce meses. Todo indica que la inercia del crecimiento económico español se mantiene, como ayer mismo anunció el Instituto de Estudios Económicos (IEE), que cree que el PIB aumentará este año el 3,2 por ciento, apenas dos décimas menos que el año pasado. Con todo, el IEE insiste sobre las debilidades del modelo de crecimiento económico español -inflación, déficit exterior-, por lo que recomienda reformas estructurales. Entre otras, la rebaja de impuestos, la reforma del mercado laboral y la liberalización de los sectores productivos.