El proceso de paz abierto por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha causado demasiado ruido en la clase política. Con tanto estruendo, el quehacer empresarial, siempre discreto, ha pasado casi desapercibido. Pero la semana ha sido pródiga en cambios. El del presidente de la Cámara de Comercio de Madrid, Fernando Fernández-Tapias (Fefé), desposeído de sus negocios navieros y a la baja en el mundo empresarial madrileño, por sus tropelías sentimentales. Fefé será sustituido casi con toda probabilidad por Gerardo Díaz Ferrán, un empresario hecho a sí mismo, dueño del grupo Marsans y aplaudido entre el colectivo empresarial. El relevo tiene una lectura política, la del triunfo de Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid, sobre el alcalde de la capital, Alberto Ruiz-Gallardón.La realidad es que la gestión de Fefé en la cámara madrileña era muy criticada tanto por el equipo del actual presidente del Consejo Superior de Cámaras de Comercio, Javier Gómez Navarro, como por el de su antecesor, José Manuel Fernández Norniella.El otro nombramiento que trae revuelto el patio económico es el de Miguel Ángel Fernández Ordóñez (Mafo) como gobernador del Banco de España. La célebre frase del vicepresidente segundo del Gobierno, Pedro Solbes, de que era el perfil político que requería la institución para las fusiones que iban a producirse en la banca, ha vuelto a colocar en el disparadero al presidente del BBVA, Francisco González.El BBVA está ahora mucho más fuerte que cuando sufrió la oferta de Sacyr. En el sector se rumorea que González ha colocado cerca del 5 por ciento del capital del banco entre constructores afines. Uno de ellos, Luis Portillo, presidente de Inmocaral.Pero si el secretario de Política Económica del PP, Miguel Arias Cañete, y Solbes no se ponen de acuerdo, el subgobernador será también un socialista nombrado por el propio Ordóñez.