Atenas negocia con sus acreedores privados la reestructuración de su deuda. Si no se llega a un acuerdo, algo fácil porque hay prestamistas asegurados que pueden preferir una quiebra y cobrar, se podría generar una cadena de impagos por valor de 200.000 millones que afectaría también a la banca americana, pues ésta ha vendido los CDS o seguros contra el impago de estos bonos. Pero incluso si se suscribe un acuerdo y las agencias de rating consideran que no hay un default porque ha sido voluntario, en ese caso los CDS no se activarían y estas coberturas no valdrían de nada. El inversor que ha comprado títulos italianos o españoles y se ha protegido con la adquisición de un CDS bien podría decidir venderlo todo porque ni siquiera este seguro le compensaría las posibles pérdidas. Otro contagio...