En realidad no ha cambiado el discurso. El vicepresidente económico del Gobierno, Pedro Solbes, siempre ha apostado más por la estabilidad presupuestaria. Y parece que con sus declaraciones de ayer respondía al comisario europeo de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia, cuando pedía precaución con las rebajas fiscales. Primará la estabilidad presupuestaria sobre los llamados regalos fiscales, con lo que condiciona las rebajas de impuestos a que se cumpla esa estabilidad. Es su compromiso, pero habrá que ver qué capacidad de maniobra tiene en el Gobierno si gana el PSOE en marzo.