Los datos de empleo en EEUU alimentan las dudas sobre su recuperación. Sólo creó en mayo 54.000 puestos de trabajo, unos 100.000 por debajo de las previsiones. Y esto se unía a una serie de cifras negativas de los últimos días. Las compañías han restablecido sus cuentas, pero no contratan en medio de la incertidumbre. Los hogares siguen endeudados, sufren el paro y unos precios que suben mientras los sueldos caen; de modo que el consumo, el habitual motor de la economía americana, no tira. Encima, los políticos siguen enzarzados. Seguramente aprobarán un alza en el techo de gasto para evitar el impago, pero no comprenden que el país precisa medidas ya. El temor a una recaída se reaviva y vuelve el debate sobre si la Fed debería inyectar otra vez dinero en un QE3. Los datos de empleo en EEUU alimentan las dudas sobre su recuperación. Sólo creó en mayo 54.000 puestos de trabajo, unos 100.000 por debajo de las previsiones. Y esto se unía a una serie de cifras negativas de los últimos días. Las compañías han restablecido sus cuentas, pero no contratan en medio de la incertidumbre. Los hogares siguen endeudados, sufren el paro y unos precios que suben mientras los sueldos caen; de modo que el consumo, el habitual motor de la economía americana, no tira. Encima, los políticos siguen enzarzados. Seguramente aprobarán un alza en el techo de gasto para evitar el impago, pero no comprenden que el país precisa medidas ya. El temor a una recaída se reaviva y vuelve el debate sobre si la Fed debería inyectar otra vez dinero en un QE3. Los datos de empleo en EEUU alimentan las dudas sobre su recuperación. La economía sólo creó en mayo 54.000 puestos de trabajo, unos 100.000 por debajo de las previsiones. Y esto se unía a una serie de cifras negativas de los últimos días. Las compañías han restablecido sus cuentas, pero no contratan en medio de la incertidumbre. Los hogares siguen endeudados, sufren el paro y unos precios que suben mientras los sueldos caen; de modo que el consumo, el habitual motor de la economía, no tira. Encima, los políticos siguen enzarzados. Seguramente aprobarán un alza en el techo de gasto para evitar el impago, pero no comprenden que el país precisa medidas ya. El temor a una recaída se reaviva y vuelve el debate sobre si la Fed debería inyectar otra vez dinero en un QE3.