x Adjunta al directorQ ue el crédito no volverá a activarse hasta que la economía repunte de forma apreciable es algo que se sabe desde hace mucho tiempo. No habrá hasta entonces un aumento significativo de la demanda. Pero con 2011 dibujando un ejercicio duro para las entidades bancarias, lo que se puede esperar no sólo es un estancamiento, sino una contracción. Habrá crédito para quienes cumplan unas condiciones de ingresos cada vez más exigentes, y quien lo obtenga soportará precios más caros. Las entidades, que se castigaron en exceso con la guerra del depósito, quieren ahora defender sus márgenes a capa y espada y vetar la entrada a nuevos morosos. La liquidez, con una crisis que no cesa, debe ser administrada gota a gota entre los clientes. Sólo habrá una excepción a estas reglas. Las entidades también precisan desembarazarse de su cartera de inmuebles. Los compradores de estas casas son los únicos que enternecerán el corazón del banquero.