Vaya por delante que el sistema bancario español es el que tiene una menor tasa de créditos morosos y dudosos de Europa. Está muy bien cubierto ante los riesgos, pero debe tener en cuenta que los recursos que están en créditos dudosos y morosos -que son los que pagan tarde y los que no pagan- han aumentado, al cierre del tercer trimestre del año, un 28,42 por ciento. No es un dato alarmante, pero sí que marca una tendencia y supone un nuevo factor producto de la crisis de los mercados financieros. No parece que sea como para tomar medidas, pero sí que debe estar vigilada.