Llamaba la atención que una compañía europea, por muy grande que fuera -como es el grupo automovilístico alemán Volkswagen- tuviera su propia ley, que la protegía de ser adquirida por cualquier otra empresa. El Tribunal de Justicia de la Unión Europea considera que es una ley ilegal, ya que vulnera normas del mercado común como la libre circulación de capitales o la libertad de establecimiento. Es cierto que la decisión puede afectar a sus trabajadores, más de 300.000, pero en definitiva lo que ha hecho la UE es imponer a Volkswagen las mismas normas que exige el libre mercado.