x Redactora de Opinión.x Redactora de Opinión.x Redactora de Opinión.A l parecer, el Gobierno se preocupa mucho ahora, en esta eternidad de crisis, por nuestro bolsillo. Y por nuestra integridad física en la carretera. También se interesa sobremanera por nuestra salud. Incluso por nuestro peso. Así avala sus restricciones: el consumo de bollería industrial en los colegios, el tabaco en cualquier recinto público, la rebaja de la velocidad máxima en vías rápidas para que ahorremos. Pero le hemos pillado. El Ejecutivo encubre así, por modestia, su renovado afán reformista en materia económica. Lo que pasa es que se quiere asegurar muy mucho de que llegamos a los 67 cotizando, saludables, y con algún plan privado pagado con toda la renta disponible que nos va a liberar el recorte a 110 km/h. Qué grandeza. Reformar la Seguridad Social con donuts y neumáticos. Y además, Zapatero es extremadamente generoso. Nos distrae de nuestras penas financieras y nos mantiene debatiendo si los bares han perdido negocio o si el coche consume más en tercera.A l parecer, el Gobierno se preocupa mucho ahora, en esta eternidad de crisis, por nuestro bolsillo. Y por nuestra integridad física en la carretera. También se interesa sobremanera por nuestra salud. Incluso por nuestro peso. Así avala sus restricciones: el consumo de bollería industrial en los colegios, el tabaco en cualquier recinto público, la rebaja de la velocidad máxima en vías rápidas para que ahorremos. Pero le hemos pillado. El Ejecutivo encubre así, por modestia, su renovado afán reformista en materia económica. Lo que pasa es que se quiere asegurar muy mucho de que llegamos a los 67 cotizando, saludables, y con algún plan privado pagado con toda la renta disponible que nos va a liberar el recorte a 110 km/h. Qué grandeza. Reformar la Seguridad Social con donuts y neumáticos. Y además, Zapatero es extremadamente generoso. Nos distrae de nuestras penas financieras y nos mantiene debatiendo si los bares han perdido negocio o si el coche consume más en tercera.A l parecer, el Gobierno se preocupa mucho ahora, en esta eternidad de crisis, por nuestro bolsillo. Y por nuestra integridad física en la carretera. También se interesa sobremanera por nuestra salud. Incluso por nuestro peso. Así avala sus restricciones: el consumo de bollería industrial en los colegios, el tabaco en cualquier recinto público, la rebaja de la velocidad máxima en vías rápidas para que ahorremos. Pero le hemos pillado. El Ejecutivo encubre así, por modestia, su renovado afán reformista en materia económica. Lo que pasa es que se quiere asegurar muy mucho de que llegamos a los 67 cotizando, saludables, y con algún plan privado pagado con toda la renta disponible que nos va a liberar el recorte a 110 km/h. Qué grandeza. Reformar la Seguridad Social con donuts y neumáticos. Y además, Zapatero es extremadamente generoso. Nos distrae de nuestras penas financieras y nos mantiene debatiendo si los bares han perdido negocio o si el coche consume más en tercera.