La gran noticia del recorte de las tasas de descuento el viernes en EEUU ha dejado escondida en un segundo plano una sorprendente historia, que dice muy poco a favor de la Reserva Federal. Horas antes de tomarse la decisión William Poole, presidente del Banco de la Reserva Federal de San Luis, había dicho que "sólo una calamidad justificaría un recorte de tipos".Curiosamente, Poole, aunque este año forma parte del Comité de Mercado Abierto de la Fed (FOMC) presidido por Ben Bernanke, no participó en la teleconferencia que tuvo lugar el jueves a las 18 horas, en la que se tomó la decisión que disparó a los mercados el viernes.A esa misma hora, él estaba cenando en la Universidad de Arkansas con el decano Jane Wayland y un grupo de estudiantes y profesores. La excusa dada para no atender la reunión más importante en los últimos años del banco central más poderoso fue... Atención... ¡La prensa! Según explicó su portavoz a Bloomberg, prefirieron mantener los planes para que los periodistas no especularan con una reunión urgente de la Fed.Puede que fuera sólo una maniobra de despiste a los medios que desde hace semanas especulan con una bajada de tipos sorpresa de la Fed, pero resulta difícil de creer. Cuesta no barajar la hipotesis de un enfrentamiento en la Fed, sobre todo cuando se trata de un oficial que cumple 10 años en la Fed en 2008 -ahora tiene 70 años y piensa retirarse entonces-, y que quizá añore la presidencia del carismático Alan Greenspan.La postura de Poole desde que comenzó la crisis hipotecaria ha sido de calma, lo que le ha valido las críticas del comentarista superstar de bolsa, Jim Cramer. Éste definió como "verguenza" que Poole calificara de "típica vuelta de la bolsa" la caída del 5 por ciento la semana previa al 31 de julio. El viernes la Fed dijo en su nota que el mercado estaba "deteriorado". Algo chirría en esa casa cuando las posturas de un miembro quedan tan en evidencia. A Bernanke le crecen los enanos.