El Gobierno fijará en cuestión de semanas la cuantía del canon digital, que gravará los dispositivos que permitan guardar y reproducir contenidos protegidos (como MP3, equipos de almacenamiento o teléfonos multimedia), como recoge la ley de Propiedad Intelectual, aprobada el pasado verano. Desde entonces, la industria tecnológica (o sea, los fabricantes de estos aparatos) ha mantenido un enfrentamiento con las entidades de gestión de estos derechos. Teniendo en cuenta que la ley prevé la creación del citado canon, las discusiones se han centrado en la cuantía, lo que no ha evitado que surjan plataformas ciudadanas que se oponen totalmente. El Económetro ha comprobado que de 833 encuestas realizadas vía Internet o por teléfono, el 95,6 por ciento no lo apoya. Uno de los argumentos más extendido es que el canon presupone un uso ilícito de contenidos. Por el contrario, el 4,4 por ciento entiende que el canon es una manera de que los derechos de autor no se vean afectados por compartir dichos contenidos. Ignacio (Cádiz) explica que el canon no puede detener el avance tecnológico. Goyo Luis (Tenerife) cree que los autores "ya ganan bastante dinero" y no necesitan "recaudar más a través de impuestos". PARA CONTACTAR C/ Condesa de Venadito, 1. 28027. Madrid www.eleconomista.es/cartas-al-director/ cartas@eleconomista.es