El presidente de Sacyr y máximo accionista de Repsol con el 20 por ciento, Luis del Rivero, ha tenido palabras muy crudas... en público. Tras haber peleado por que la petrolera mantuviese el dividendo, acudió a los medios para vender su versión de la historia. Ahora, él afirma que el plan estratégico de Repsol está en duda, que no es la Biblia de la que hablaba el presidente de la petrolera, Antonio Brufau. Dice que la inversión debe marchar acorde con la coyuntura económica, y el dividendo debe subirse tal y como han hecho otras empresas grandes del sector. Dos correcciones. Una, 14 de las 20 grandes han recortado el dividendo. Y dos, las dudas en público sobre el plan generan incertidumbre sobre la empresa. Del Rivero no debe realizar declaraciones así. Parece que necesita demasiado el dinero.