La racha alcista de la bolsa continúa. Y no sólo porque esté en máximos: en cuestión de unas pocas sesiones, el 55 por ciento del Índice General de la Bolsa de Madrid ya triplica la inflación prevista para todo el año. Empujado por las valores de pequeña capitalización, el mercado sigue moviéndose al alza. Estas empresas -valores como Astroc, Montebalito o Inbesos- ofertan pocas acciones, por lo que la demanda de papel se estrangula. Además, reciben escasa cobertura por parte de los analistas, lo que da alas a la especulación, ya que no hay recomendaciones de expertos que guíen la compra de estos títulos. Pero estos valores no son los únicos que explican la buena marcha del mercado durante las últimas semanas. No se trata simplemente de una subida sustentada por los pequeños. La situación de los grandes valores también invita al optimismo. Las tres principales compañías -BBVA, Telefónica y Santander- mantienen su solidez y presentan un potencial alcista que ronda el 8 por ciento, lo que combinado con una rentabilidad por dividendo superior al 4 por ciento ya supone una excelente inversión. Al margen de las operaciones corporativas que se estén cocinando, los resultados, como es lógico, seguirán marcando el devenir de la bolsa. En este sentido, todas las grandes empresas están cumpliendo con lo que se esperaba de ellas. La clave para el inversor es, entonces, la selección de valor. Un buen ejemplo de ello es el Eco10, índice corto de la bolsa española renovado cada tres meses con las recomendaciones de 48 firmas de inversión. Éste ha subido desde su creación, el 16 de junio, un 40 por ciento y bate al Ibex 35. Y sin embargo, tampoco se puede decir que la bolsa esté barata.