El capital riesgo tiene como objetivo duplicar una inversión en un plazo relativamente corto, entre cuatro o cinco años. Los conocidos como private equity compran participaciones empresariales con el propósito de alcanzar rentabilidades en torno al 20 por ciento anuales, y para lograrlo pueden entrar o no en la gestión. Para el inversor particular, las posibilidades de acceder al capital riesgo aparecen por cuentagotas. Salvo casos muy contados, no se trata de compañías cotizadas que se puedan comprar en el parqué, con excepciones como 3i Group. Una alternativa no del todo exacta para acercarse al capital riesgo es adquirir títulos como Alba, el holding de inversión de la familia March en el que se compra esencialmente una quinta parte de ACS y Acerinox, o Dinamia, donde se adquieren empresas no cotizadas.Pero en la bolsa hay sucedáneos del capital riesgo cuyo sabor proporciona satisfacciones mayores. Éste es el caso de Acciona, que independientemente del debate de si entró en Endesa para quedarse o ha sido en todo momento una simple participación financiera, lo cierto es que se marchará de la eléctrica con casi 1.600 millones bajo el brazo en menos de un año. Si los Entrecanales decidieran repartir esta cantidad entre todos los accionistas, junto a los mil millones de plusvalías de FCC contabilizadas el año pasado, por cada título del holding constructor tocarían casi 40 euros, lo que supondría una rentabilidad por dividendo del 25 por ciento por acción. Como no habrá una gran retribución extra, una vía para recuperar esta remuneración es la subida del título en bolsa, de la que ya hay mucho apuntado en el contador, ya que Acciona mejora en el el último año un 45 por ciento y en los tres últimos un 200 por cien. En Acciona se gana más de un 20 por ciento anual. Cada cierto tiempo madura una inversión que dispara el beneficio. Las plusvalías de Vodafone llevaron su resultado de 2003 a casi 2.000 millones, más de lo que ha ganado Acciona en una década sin extraordinarios.