La calma chicha que vive el sector de las cajas en Cataluña hace prever una tormenta de tomo y lomo durante las próximas semanas. A la espera de que la ministra de Economía, Elena Salgado, apruebe este viernes el famoso Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob), los rumores en el mundillo de las cajas son cada vez más intensos. La mayoría de hipótesis colocan como primeros protagonistas a Caixa Catalunya y a Caixa Girona. Previsiblemente, la fecha clave será el próximo martes 30 de junio, cuando la caja gerundense celebra su asamblea general y su presidente, Arcadi Calzada, será sustituido. Calzada, próximo a las tesis políticas de CiU, debería ser reemplazado por un candidato consensuado entre ERC y el PSC, pero el momento es idóneo para realizar la primera integración de cajas catalanas que impulsan el presidente catalán, José Montilla, y su consejero de Economía, Antoni Castells. Según parece, el presidente de ERC, Joan Puigcercós, ya está al corriente de todo. El siguiente paso sería incorporar a la operación Caixa Tarragona, algo que pasaría por la renuncia de su presidente, Gabriel Ferraté que, con 77 años, está muy próximo a la jubilación. Pero el tiempo tormentoso no sólo se prevé en las cajas de fundación pública. En las que son de fundación privada se espera un mes de julio de intensas reuniones. La rumorología apunta a que algunos directores generales ya han dado señales de querer prejubilarse. Entre los candidatos a abandonar sus puestos se encuentran los de mayor edad, por ejemplo el de Caixa Terrassa, Enric Mata, o el de Caixa Penedés, Ricard Pagés. Los directores más jóvenes, que han llegado a la cúpula reciéntemente, tendrán que esperar a ver los encajes. Mientras tanto, el secretario general de CCOO en Cataluña, Joan Carles Gallego, ya ha preparado un protocolo en el que el sindicato no aprobará ninguna fusión que conlleve muchos despidos. Todos los actores han afilado ya sus sables. Comienza la batalla.