La investigación sobre Arte y Naturaleza sigue sumando capítulos. Ayer conocíamos que el narcotráfico gallego utilizó la compañía como método para blanquear dinero procedente de sus actividades delictivas. Sólo hace un par de semanas, elEconomista publicaba que el Ministerio del Interior tuvo información sobre la relación entre las mafias de la droga y la sociedad de bienes tangibles desde el año 2004. Y, en este mismo sentido, también ayer se hizo público que, según el fiscal, presuntamente, los gestores de la compañía lo sabían a pesar de que no intervinieron. En definitiva, durante un largo periodo de tiempo, si todo se confirma, demasiada gente parecía tener conocimiento de las actividades punibles a las que estaría dando cobijo Arte y Naturaleza, mientras los consumidores, ajenos a ello, continuaban depositando su dinero en obras de arte buscando obtener una alta rentabilidad por ello. Los casos de Fórum, Afinsa o Arte y Naturaleza han evidenciado un vacío regulatorio al que han estado sometidos los ahorradores sin su conocimiento. Serán los procesos judiciales los que esclarezcan las responsabilidades de cada uno de los actores implicados pero, de momento, desde el ámbito ejecutivo, urge adoptar medidas que eviten nuevos casos como los acontecidos. La intención del Gobierno de mantener bajo el control del Ministerio de Sanidad y Consumo los bienes tangibles, imposibilita una regulación uniforme y niega, en el caso de Fórum y Afinsa, la propia naturaleza de la intervención judicial realizada. La opción más segura, de cara a los consumidores, pasa por trasladar el máximo garante del sistema financiero español, el Banco de España, este control.