Los precios que están pagando las constructoras para controlar las eléctricas no son reales. Vivimos en una ficción bursátil parecida a la época de las punto.com que a uno le hace pensar que, tarde o temprano, puede llegar el electrocrac.Florentino Pérez le compró Unión Fenosa a Botín por 33 euros la acción y ahora se dispone a dar el golpe maestro haciéndose con la participación del presidente de Fadesa, Manuel Jové. Las plusvalías que acumula ACS y la venta de Urbis hacen que su compra merezca estar entre los casos de estudio de las escuelas de negocios.Acciona ha pagado 35,6 euros por cada endesa para alcanzar el 19,6 por ciento del capital, pese a que tenía una cobertura a 33 euros. Esto supone que la constructora, que aspira al 30 por ciento, no venderá previsiblemente sus acciones, lo que hace peligrar seriamente la oferta de compra de la alemana E.ON.La guerra de opas por Endesa acabará con la salud y, si se descuidan, con los ahorros de muchos si al final los accionistas no pueden elegir libremente por culpa de la maraña judicial que rodea este proceso.Desde el 5 de septiembre de 2005, las eléctricas viven una fiesta bursátil que, no nos engañemos, se debe en gran parte a la defensa con uñas y dientes que ha encabezado el presidente de Endesa, Manuel Pizarro.Los títulos de su compañía han subido de apenas 18 euros a casi 36, de lo que surge una gran pregunta: ¿hasta cuánto está dispuesto a pagar E.ON?La respuesta será la prueba definitiva, pero casi me atrevo a aventurar que no mucho más y que si se sigue forzando la oferta al final podrían retirarse.En la fiesta de Endesa parece que aún no están todos los que son, ni son todos los que están. Ya se verá.El Gobierno no se da por vencido y quiere seguir interviniendo en una operación que se les ha ido de las manos desde hace tiempo por prepotencia.