La liberalización del ferrocarril español ya no solo atrae a constructoras y operadores de otros países, sino también al fondo de inversión Trilantic. Su interés por competir en el futuro con Renfe es una evolución natural de sus anteriores operaciones, que en el pasado le llevaron a convertirse en accionista de Talgo. El valor de su presencia en el fabricante de trenes español va mucho más allá de haberle dotado de conocimiento sobre el negocio ferroviario. Además, Trilantic tiene línea directa con Talgo a la hora de conformar y reparar su propia flota de convoyes. Esta ventaja competitiva lo convertirá en un rival de peso en la próxima liberalización, lo que demuestra que este será un proceso muy competitivo, en el que no solo participarán los gigantes europeos del sector.