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May dice que el Gobierno tiene el "deber" de llegar a un acuerdo sobre el "brexit"
May ha citado a puerta cerrada a sus ministros en su residencia a las afueras de Londres, en lo que será una reunión maratoniana que se espera se prolongue unas 12 horas, según los medios británicos.
En este encuentro, los ministros, divididos entre proeuropeos y euroescépticos, tendrán que ponerse de acuerdo sobre la relación comercial que debería tener el Reino Unido con la UE a fin de ser presentada en las negociaciones con Bruselas.
Con motivo de esta reunión, la primera ministra señaló en una declaración a los medios que "el gabinete se reúne en Chequers para acordar la forma de nuestra futura relación con la Unión Europea. Al hacerlo, tenemos una gran oportunidad, y un deber de establecer un curso ambicioso para mejorar nuestra prosperidad y seguridad fuera de la UE y construir un país que funcione para todos".
May agregó que el Gobierno busca, además, "un acuerdo que permita obtener los beneficios del 'brexit', asumir el control de nuestra fronteras, leyes y el dinero y firmar nuevos y ambiciosos acuerdos comerciales con países como EEUU, Australia y Nueva Zelanda".
Durante la jornada de hoy, los ministros abordarán los distintos modelos comerciales posibles de cara a la retirada del Reino Unido del bloque europeo, fijada para el 29 de marzo de 2019.
Así, May ha ideado un nuevo plan denominado "arreglo aduanero facilitado", que se aplicaría tras el "brexit" ante las divisiones en su Gobierno sobre la relación comercial con la UE.
Con esta tercera opción, el país tendría libertad para establecer sus tarifas aduaneras sobre las mercancías que llegan al país.
Una nueva tecnología permitiría determinar por adelantado el destino final de esas mercancías, lo que ayudaría, por lo tanto, a establecer si se pagarían las tarifas del Reino Unido o de la UE.
Aunque los detalles de este plan aún no han sido facilitados, el Gobierno indicó que confía en que este arreglo esté en funcionamiento una vez terminado el periodo de transición con la UE, que empezará el 29 de marzo de 2019 y terminará a finales de 2020.
Las otras dos opciones en materia aduanera causó fricciones internas en el Partido Conservador de May.
Los proeuropeos, entre ellos el ministro de Economía, Philip Hammond, prefieren el modelo de "asociación aduanera", por la que Londres recaudaría aranceles en nombre de la UE sobre los bienes llegados a sus puertos pero destinados a los Veintisiete, lo que evitaría controles en la frontera británico-europea.
Los partidarios de una salida dura de la UE, como el titular de Exteriores, Boris Johnson, defienden la "máxima facilitación", que permitiría recurrir a la última tecnología para minimizar la necesidad de controles fronterizos físicos tras el "brexit".
Tras la importante reunión en Chequers -residencia ubicada en el condado de Buckinghamshire-, May espera publicar la semana próxima un libro blanco sobre la opción que presentará el Reino Unido en materia aduanera, si bien deberá ser negociada aún con el bloque europeo como parte del acuerdo del "brexit".
La primera ministra busca una fórmula que permita, además, que la frontera entre la provincia británica de Irlanda del Norte y la República de Irlanda siga siendo invisible para no perjudicar el proceso de paz norirlandés.