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Japón: Primer Ministro logró victoria en elecciones al Senado
La coalición del primer ministro japonés Shinzo Abe logró una decisiva victoria electoral, consolidando su control del poder, algo que algunos temen podría hacerle centrarse más en su agenda nacionalista en detrimento de difíciles reformas económicas.
Proyecciones de medios mostraron que el Partido Liberal Democrático de Abe y su aliado de coalición New Komeito obtendrían más de 70 de los 121 escaños en disputa de la Cámara alta, de 242 puestos. Si a eso se suman los 59 escaños ya en poder de la coalición, esta obtendría una amplia mayoría.
La victoria en las elecciones para la Cámara Alta del parlamento da al 'duro' Abe un mandato más fuerte para su receta "Abenomics" con la que reanimar la economía y preparar el terreno para el primer gobierno estable desde que el popular Junichiro Koizumi dejara el cargo en 2006.
Pero también aumenta los temores sobre su poder.
"El resultado de estas elecciones demuestra que el público quiere los políticos puedan tomar decisiones y (un gobierno) que pueda impulsar las políticas hacia adelante", dijo Abe a la televisión pública NHK.
El triunfo es una redención política personal para Abe, que llevó a su Partido Democrático Liberal (LDP, en sus siglas inglesas) a una humillante derrota en una votación de la Cámara Alta en 2007 en su primer mandato como primer ministro.
El estancamiento parlamentario que siguió permitió a la oposición bloquear la legislación, lo que provocó la dimisión de Abe dos meses después. Ese "giro parlamentario" ha obstaculizado las políticas durante la mayor parte de los seis años transcurridos y a una serie de líderes de puerta giratoria.
Abe, de 58 años, que regresó al poder después de una gran victoria en la Cámara Baja en diciembre de su partido y de su socio de coalición New Komeito, reiteró que seguirá centrado en la reactivación de la economía con una mezcla de política monetaria muy expansiva, gasto fiscal y estrategia de crecimiento, incluyendo reformas estructurales.
Los críticos también temen que Abe cambie hacia una agenda conservadora que es desde hace mucho tiempo el centro de su ideología, y se concentre en la revisión de la constitución pacifista de la post-guerra y la refundición de la historia de la guerra de Tokio con un tono menor de disculpa.
Tal giro, junto con medidas para fortalecer la postura de defensa de Japón, serviría para dañar los lazos con China y Corea del Sur, donde los amargos recuerdos del pasado militarista de Japón son aún profundos. Tokio ya mantiene tensas relaciones territoriales con Pekín y Seúl a causa de pequeñas e despobladas islas.