Todos
Uso y costumbres de las chanclas
Yo antes dudaba, pero ahora lo veo claro. El otro día se lo comenté y casi me baila una muñeira (es que es de Ourense). La semana pasada, mi hermana María reforzó mis posiciones cuando empecé a desarrollar mi teorema del "protocolo en el vestir veraniego".
Ella comentó: "Ver los pies de un hombre en la oficina con sus pelos y con su todo en esta época es de juzgado de guardia" (es que es abogada). Conclusión, este teorema dice que para trabajar en verano y en la ciudad los hombres deben evitar: las sandalias, las camisas de mangas cortas y las camisetas (como mucho admito un polo). Pero como en unos días todo el mundo estará de campo y playa o de fiesta en la ciudad, se impone un "protocolo de sandalias".
1. Havaianas. (www.havaianas.com). Son las chanclas por antonomasia. Nacieron en 1962 inspiradas en las sandalias de dedo japonesas Zori, pero hasta hace poco no se transformaron en un éxito mundial. En Brasil, de donde proceden, siguen considerándose iconos de la contemporaneidad, aunque se vendan indistintamente en cualquier supermercado o en la tienda de lujo Daslu.
En el hotel más grande prestigioso del país, el Unique de Sao Paulo, en lugar de zapatillas de toalla te ponen Havaianas. ¿Para quién? Para ellos y ellas. Triunfan las verdes, las amarillas (aunque se manchan mucho), las azules eléctrico y las rojas. Para ellas, en fucsia. ¿Cuándo y cómo? Sobre todo en la playa y la piscina o para ir al chiringuito o al súper. Con pareos, pantalón corto, camisetas... y especialmente con vaqueros viejos.
2. Abarcas. Es un clásico menorquín que no debe faltar en cualquier mueble zapatero. Lo suyo es hacérselas a medida y en la isla. También para ambos sexos. Pueden usarse en los casos descritos anteriormente, si bien casan con un atuendo más arreglado: vestido las mujeres y polos o camisas los hombres.
3. Birkenstock. (www.birkenstock.com). Otro gran enigma de la humanidad. Léase, producto tradicional (como las Havaianas), esta vez germano, que lleva funcionando desde 1774 transformado en ítem 'fashion'. Tienen cierto aire de tienda de ortopedia pero lo cierto es que arrasan. En esta ocasión, sólo los pies masculinos pueden calzárselos. Son un toterreno y sientan bien en la playa y con un 'look' más formal.