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La construcción 'se sube' el sueldo un 5,7% en pleno pánico inmobiliario



    Leyendo, escuchando o viendo la información que transmiten diariamente los medios de comunicación, uno podría llegar a la conclusión de que estar a sueldo en una empresa del sector de la construcción no es lo mejor que le puede pasar a alguien en el momento actual. Sin embargo, sus trabajadores cobraron un 5,7% aunque las señales de alarma no dejaron de encenderse durante todo el ejercicio.

    Obras paralizadas, falta de liquidez en las empresas o amenaza inminente de despidos configuran el tétrico escenario de un sector que, según las estadísticas, podría haber perdido 100.000 puestos de trabajo durante el pasado año y que, según estimaciones oficiosas, podría perder entre 80.000 y 200.000 más en el transcurso de 2008.

    Normalmente, estas cifras suelen ser la antesala de una política salarial más restrictiva. Es una norma empresarial: cuando el horizonte se tiñe de incertidumbres, se receta contención del gasto.

    Sin embargo, esta norma no parece ser aplicable al sector de la construcción, que el año pasado elevó un 5,7% los salarios de sus trabajadores, aun cuando las señales de alarma no dejaron de encenderse durante todo el ejercicio.

    Un coste "no oneroso"

    No fue ni una decisión forzada por la presión sindical, ni algo casual. La espectacular subida retributiva para los obreros del sector, que supera en un 35% el alza media del conjunto de los asalariados españoles (4,2%, según los registros oficiales del Ministerio de Trabajo), se aplicó en cumplimiento del pacto colectivo alcanzado por las principales patronales de la construcción (Seopan, Aerco y Anci) y por los sindicatos UGT y CCOO.

    En virtud de éste, los sueldos de los 2,2 millones de trabajadores protegidos por el convenio sectorial aumentarán anualmente a razón de 1,5 puntos por encima del IPC real. Como el sistema salarial se activó en 2007, la subida inicial prevista antes de la firma del convenio acabó estirándose hasta el 5,7%.

    En 2008, las tablas salariales de los trabajadores del sector crecerán automáticamente un 3,5%, a la espera de como acabe el año el IPC.

    Sólo la revisión salarial correspondiente a 2007 y la actualización de nóminas de este año supondrán una paga mensual media para cada empleado del sector de unos 140 euros. La factura que tendrá la aplicación de este ajuste para las empresas ascenderá a 3.700 millones de euros. Una cifra que no parece preocuparles en exceso.

    Según las tres grandes patronales del sector -Seopan, Aerco y Anci-, este incremento no supone ningún riesgo. "No consideramos que sea oneroso ni que vaya a suponer cargas especiales", señalan desde Aerco, la organización que agrupa a las pequeñas y medianas constructoras de obra civil.

    Empresas subcontratadas

    Las empresas de esta asociación, en muchos casos, son subcontratadas por las grandes compañías y cuentan con unas plantillas fijas, en proporción, muy superiores a las de los gigantes del sector, lo que, a priori, las haría ser más sensibles a esta subida salarial.

    Sin embargo, el hecho de que operen fundamentalmente en obra civil les permite ser más optimistas porque son menos permeables a la crisis de la construcción, que afecta fundamentalmente al segmento de promoción residencial.

    Los principales problemas, por tanto, podrían darse en aquellas comunidades donde la construcción residencial tenga una mayor peso. En estos casos, quizá, podría verse alguna variación en los incrementos salariales. "El convenio que se ha firmado es nacional, pero luego, en cada provincia y en cada autonomía se pueden adaptar", recuerdan desde Anci, patronal de las medianas constructoras.

    De momento, ninguna de las tres patronales aseguran haber recibido queja alguna de sus asociados en los ocho meses que han trascurrido desde que se aprobó el convenio nacional.

    No todos los trabajadores

    Y es que el acuerdo tiene truco. Se oculta en las conocidas como cláusulas de absorción, que hacen que las compensaciones correspondientes a las horas extra -numerosísimas en el sector y que hacen dispararse los salarios reales- se integren y no se sumen a la subida pactada en convenio.

    Otro detalle. Hay 2,2 millones de trabajadores que disfrutarán de estas jugosas subidas, pero hay medio millón más -según los datos recogidos por el INE- que están fuera de convenio. ¿Sufrirán éstos los ajustes salariales y laborales que se deriven de la crisis?