Ya existen pólizas para casi todo: conozca los seguros más originales
El seguro del coche, de la casa, el de vida, el médico y... ¿por qué no?, también el que le cubre su embarazo, y el otro que le asegura su garganta o su sonrisa, etcétera. El mundo de los seguros se ha diversificado tanto que hasta los ejemplos más insospechados pueden tener una póliza cubriendo sus espaldas.
Se acabaron los tiempos en los que asegurar partes del cuerpo quedaba reservado sólo a unos cuantos. Y tiene sus matices. "No se asegura la pierna o el trasero en sí, sino la incapacidad profesional que le puede suponer a una persona que esa parte de su cuerpo sufra algún daño", comenta Luis García, director del área de deportes y espectáculo de Willis. Y en todo caso, puede haber mucha gente interesada en ello, no sólo el propio asegurado.
"Un artista o un deportista puede tener mucho interés en asegurar sus piernas o su sonrisa, pero también lo tiene el club o la productora que ha firmado un contrato con él", cuenta Juan Arsuaga, consejero delegado de Lloyd's Iberia. Por no hablar de patrocinadores, claro.
El mundo del deporte -sobre todo el fútbol- es el que tiene más incorporado este tipo de pólizas en nuestro país, pero acceder a ellas es cuestión de argumentarlo. "Casi todas las actividades son asegurables. Lo importante es que el riesgo pueda ser valorado y que un especialista le ponga precio", señala Arsuaga.
De precios, pocos se atreven a mojarse. Las manos, el cerebro, los ojos y las piernas suelen estar mucho más valorados que los dedos, las orejas, oídos y la nariz, en general. Pero todo depende de la profesión del asegurado.
Asociados a los ingresos
En todo caso, este tipo de contratos están asociados a los ingresos que recibe la persona. A mayor caché, mayor será también la prima solicitada que pagar e igualmente mayores las cantidades aseguradas.
Pero hay mucho más. Por ejemplo, la cancelación de un evento supone mucho mucho más que la devolución del precio de las entradas a los frustrados asistentes. Un riesgo elevado si tenemos en cuenta que puede deberse a numerosos motivos. "Puede ser por la incomparecencia de los protagonistas o las inclemencias climatológicas", añade Carlos García de la Vega, director de la división de Ocio y deportes de Aon España.
Hay más, como señala Luis García, de Willis: "Las amenazas de terrorismo y los días de luto nacional, por ejemplo, deben ser tenidos en cuenta, e incluso la climatología debe contemplarse en recintos cerrados. Recordemos las consecuencias de las nevadas en Madrid, que hubo mucha gente que se quedó sin concierto".
El mercado español aún no tiene tan asumidas estas pólizas, al menos no tanto como el anglosajón, pero va dando sus pasos. En Axa, por ejemplo, comercializan seguros de vida específicos para deportistas profesionales, para mascotas -tanto perros de compañía especialmente peligrosos como el resto de razas- e incluso para energías verdes, dirigida a empresas. Ésta última destaca entre sus coberturas garantías como la pérdida de beneficios por la falta de sol o movimientos sísmicos, entre otros ejemplos.
Con la salud no se juega
Pero hay un apartado que se ha diversificado hasta límites casi insospechados: la salud. Confirma esta tendencia Victoria Blasi, directora médica de Axa. "Hoy la gente demanda algo más que una póliza sanitaria. Se busca otro valor añadido, entre otras cosas porque el consumidor está más informado y conoce lo que es la medicina alternativa y la preventiva", dice. Así, entre las coberturas del seguro Optima Plus destacan curiosidades como consultas homeopáticas, ozonoterapia, acupuntura, la cirugía estética reparadora -como la reconstrucción mamaria- y los estudios genéticos. "Es que cada vez se descubre que las enfermedades tienen que ver con rasgos genéticos", señala Blasi.
En todo caso, la joya de la corona por la que se interesan más clientes es todo lo que tiene que ver con el embarazo, aunque Axa cuenta con una póliza específica para la adopción. ¿Y ese interés por el embarazo? Entre otros motivos, y aparte de la lógica protección de madre e hijo, se debe principalmente al retraso en la edad de maternidad y las consecuencias que ello conlleva. "Las mujeres entre 30 y 45 años son las más interesadas", señala Blasi, de Axa.