Celebrar (hasta dos veces) la Nochevieja en las alturas a bordo de un vuelo de lujo

Hay infinidad de formas de despedir el año y recibir el nuevo. Hacerlo a bordo de un avión es una de ellas.

Volar el 31 de diciembre ya no suele suponer un ahorro en el precio del billete, como hace unos años. Sin embargo, la ocupación cada vez es más alta en estas fechas. Y los precios, también, porque volar durante la noche de fin de año ha pasado de ser una necesidad a ser una opción para celebrar la víspera de Año Nuevo de una forma diferente, con la ayuda de las principales aerolíneas, que realizan un esfuerzo para convertir el viaje en una experiencia especial.

Durante las fechas navideñas, muchas líneas aéreas sirven a bordo platos típicos de estas fiestas. Virgin Atlantic, British Airways, Air France, Lufthansa, KLM, Air France, Qatar Airways, Singapore Airlines, WestJet, Air Lingus… Se apuntan incluso aerolíneas de países donde no se celebra la Navidad, como Emirates, que ha convertido sus vuelos, este año entre el 9 de diciembre y el 1 de enero, en 'embajadores' de la Navidad. En el caso de Iberia, se hace extensivo hasta el 6 de enero, día de Reyes.

En el menú especial no suelen faltar el pavo asado y el Christmas Pudding, tanto a bordo como en sus salas VIP de los aeropuertos. Emirates ofrece bebidas y dulces, en cabina y en tierra, y sirve medio millón de comidas navideñas a 40.000 pies, en todas las clases; ofrece una programación especial películas ("Elf", "Polar Express", "Qué bello es vivir"), ofrece una Playlist musical navideña, amplían el catálogo de venta a bordo con ofertas específicas de Navidad y ofrecen regalos a bordo a los más pequeños, igual que Lufthansa (juguetes, peluches, chocolatinas)

Japan Airlines sirve desde hace unos años un menú especial a bordo a base de pollo del Kentucky Fried Chicken la víspera de Navidad. El país nipón no celebra la Navidad, pero la influencia occidental ha convertido en costumbre comer cada 25 de diciembre en esa franquicia.

Cuenta atrás a bordo

Pero más allá de la necesidad de volar en una fecha especial, como el 31 de diciembre, y disfrutar de los servicios especiales que ofrecen las compañías, elegir esa fecha para cambiar de año en las alturas tiene algunos alicientes: por ejemplo, disfrutar desde el avión de los fuegos artificiales con los que se celebra el cambio de año en infinidad de ciudades en todo el mundo, como Londres, Singapur, Pattaya (Tailandia), Praga, Nueva York, San Francisco, Valencia y, especialmente, en Sídney, aunque este año, el espectáculo de pirotecnia en la ciudad australiana podría cancelarse a causa de los incendios.

El vuelo LY 8 Nueva York-Tel Aviv con la compañía israelí EL AL es una buena opción para disfrutar del espectáculo pirotécnico desde las alturas: sale de Nueva York a las 23:50 del 31 de diciembre.

Los 'caprichos' que introducen los cambios de uso horario aportan un toque especial a la experiencia, y en ocasiones 'diluyen' ese punto mágico que marca el cambio de año e introducen curiosos 'viajes en el tiempo'. Como el vuelo OZ203 Los Ángeles-Seúl, de Asiana Airlines, que sale a las 23:00 h del 31 de diciembre de Los Ángeles y aterriza en la capital surcoreana a las cinco de la madrugada ¡del día 2 de enero!

En los vuelos transoceánicos, los pilotos siguen el horario GMT (Greenwich Mean Time), y el año se despide de acuerdo con el horario del punto de despegue o aterrizaje, dependiendo del sentido del vuelo: de este a oeste o al contrario; los cambios de uso horario trastocan la celebración. En la mayoría de las compañías, es el comandante el que se encarga de realizar la cuenta atrás por megafonía, seguido de un brindis con champán. Pero solo compañías como Iberia ofrecen doce uvas (una tradición exclusivamente española) a bordo.

Celebrar la Nochevieja por duplicado

El cambio de uso horario ha introducido un aliciente extra a la celebración y cada vez más compañías privadas de vuelo organizan rutas especiales para celebrar el Fin de Año por todo lo alto en el avión y disfrutar de la fiesta en tierra por duplicado: 'New Year's Eve Twice'. Es posible viajando hacia el este y cruzando la línea internacional de cambio de día.

Por ejemplo, PrivateFly ha lanzado este año un paquete especial para la víspera de Año Nuevo que permite celebrar fin de año en Sídney (Australia) y Honolulu (Hawaii). Después de disfrutar de la cuenta atrás en la ciudad australiana, los pasajeros son trasladados al avión privado, un Gulfstream G650ER, sin esperas para embarcar, despegan de Sídney sobre las dos de la madrugada y llegan a la ciudad hawaiana a tiempo para sumarse a las celebraciones de la ciudad. Y no es un vuelo cualquiera: está lleno de lujos, servicios VIP y comodidades, a un precio por persona que ronda los 34.000 dólares, solo ida.

Otra compañía que oferta este tipo de paquetes es Crystal AirCruises, con su Boeing 777, el jet privado de lujo "más nuevo, más grande, más rápido y más espacioso del mundo", para grupos de hasta 13 personas, por unos 290.000 dólares.

Una opción más simple: volar, por unos 500 euros, desde Auckland (Nueva Zelanda) el día de Año Nuevo y llegar a Rarotonga (Islas Cook) la víspera, a tiempo de volver a vivir las celebraciones de Nochevieja, ya que, aunque el vuelo apenas dura cinco horas, se cruza la línea internacional de cambio de fecha.

Nochevieja sobre la Antártida

Más allá de la fiesta nocturna, hay otras modalidades de viaje para celebrar el cambio de año por todo lo alto a bordo de un avión, como la ruta circular de Quantas sobre la Antártida, con salida y llegada a Melbourne.

La compañía australiana lleva años realizando viajes de un día (12 horas) sobre la Antártida, ahora a bordo de un A-380, con el único objetivo de contemplar las extensiones de hielo, las infinitas cadenas montañosas blancas, las imponentes formaciones de hielo, y algunos de los paisajes más fascinantes e inaccesibles del mundo, tomando una copa de champán a bordo y con música en directo para celebrar la llegada del nuevo año. La excursión a bordo más singular del mundo sale el 31 de diciembre a las 5:30 de la tarde y regresa a las 6:30 de la tarde del día siguiente. Los precios oscilan entre los 1.199 dólares (pasillo central) y los 7.900 dólares de cada uno de los únicos cuatro asientos de la Ice Class, la clase súper lujo.