Los analistas no creen que los exámenes se hayan realizado de forma correcta. Los inversores estadounidenses mostraron ayer sus dudas sobre la metodología a la hora de implementar las pruebas de estabilidad de los bancos en lo que se refiere a la deuda soberana.Muchos analistas no creen que la forma en que los bancos han analizado estos activos haya sido correcta. Richard Bove, analista de Rochdale Securities cuyas opiniones sobre el sector financiero son capaces de mover la evolución del mercado, aseguraba a la cadena CNBC que las pruebas carecen de relevancia y que sus resultados son simplemente una excusa para evitar una nueva crisis financiera. Otros expertos como Neil MacKinnon, estratega de VTB Capital, explicaron al Wall Street Journal que "los test de estrés parecen más una estrategia política en lugar de un atento real para calmar a los mercados". De hecho se llegó a afirmar que "sólo se está retrasando el día del derrumbe". Al fin y al cabo, aquí el Gobierno ya ejerció hace algo más de un año su exámen a la banca del país y se podría decir que sus resultados decepcionaron a más de uno e, incluso, muchos congresistas recomendaron la Reserva Federal repetir sus pruebas de solvencia. No hay que olvidar que a día de hoy, cerca de 600 entidades regionales y comunitarias aún no han podido devolver al Tesoro 130.000 millones de dólares concedidos por el paln de rescate financiero. Además, la lista de bancos con problemas supera y alas 775 entidades, según datos oficiales del Fondo de Garantía de Depósitos (FDIC). La credibilidad a partir de ahora se convierte en la siguiente prueba de fuego.