Cómo se estructura el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia en España

El Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia está estructurado por cuatro elementos principales: la transformación digital, la transición ecológica, la cohesión social y territorial y la igualdad. A su vez, estos se dividen en 10 políticas tractoras y 20 planes de acción.

Las políticas de transición ecológica reciben el 37% de los €72.000 millones de subvenciones y tienen el objetivo de movilizar la inversión en torno a proyectos que garanticen la producción y utilización de fuentes de energía limpias y eficientes.

A la transformación digital, el PRTR le dedica el 33% como inversión para mejorar la productividad de la economía y la competitividad.

Las políticas de cohesión social y territorial buscan reformar el sistema educativo, unificar las diferencias regionales y favorecer la estabilidad del mercado laboral.

Por último, el objetivo de igualdad busca reducir la brecha entre hombres y mujeres y eliminar la violencia de género.

Las diez políticas en las que se especifican son el pacto por la ciencia y la innovación, la agenda urbana y rural y las infraestructuras y ecosistemas resilientes, educación y conocimiento, modernización y digitalización del tejido industrial y de la pyme, transformación energética justa e inclusiva, políticas de empleo, administración para el siglo XXI, impulso a la cultura y al deporte y modernización fiscal.

Este plan ha sido diseñado de acuerdo a una serie de documentos que han servido de base. En primer lugar, Recomendaciones en el marco del Semestre Europeo (2019 y 2020) y Orientaciones para la elaboración de los PRR (septiembre 2020), ambos de carácter obligatorio. De forma orientativa el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, España Digital 2025, Plan para la ciencia y la innovación y Conclusiones para la reconstrucción social y económica.

El Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia es el proyecto español para la gestión y canalización de los fondos Next Generation, destinados por Europa a reparar las consecuencias derivadas de la crisis del COVID-19 y a construir un futuro más sostenible.