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Argelia se anexiona parte de las aguas de la isla de Cabrera y Baleares se da cuenta dos años después

  • Exteriores lo rechaza y González Laya viajará a Argel en unos días
  • La medida pone en riesgo al sector pesquero...y al medio ambiente
  • Diferentes sectores creen que abriría la puerta a prospecciones petrolíferas
La isla de Cabrera, al fondo. Foto: Olaf Tausch (Wikimedia Commons).

elEconomista.es

Argelia anexionó en 2018 de manera unilateral parte de las aguas territoriales de la isla balear de Cabrera, al sur de Mallorca, sin que el asunto trascendiese hasta esta misma semana, cuando ha sido tratado en el Parlamento de la región. Un conflicto fronterizo que tiene como telón de fondo los problemas que esta anexión puede crear para el sector pesquero y el medio ambiente.

El conseller de Medio Ambiente, Miquel Mir Gual, admitió que el gobierno de Baleares, de la presidenta socialista Francina Armengol, ya se ha puesto en contacto con el Ministerio de Transición Ecológica. También informó de que los servicios cartográficos de la consellería han calculado el tamaño de la anexión, que incluiría aguas del Parque Natural de Cabrera. El Gobierno de España es cogestor de estas instalaciones, por lo que la decisión de Argelia provocaría un conflicto de fronteras, ya que fue España quien agregó esas aguas a su Zona Económica Exclusiva.

Aunque desde la consellería de Medio Ambiente balear se ha querido transmitir "tranquilidad", tanto el PP como el partido ecosoberanista Més por Mallorca han elevado ya sus quejas. Tal y como refleja El Mundo, ambas formaciones han pedido saber si el Gobierno español conocía esta anexión, ya que, en palabras del senador de Més Vicenç Vidal, estos procedimientos deben contar con el aval de los dos países en litigio para que dicha anexión cumpla con los requisitos.

La ministra de Exteriores, Arancha González Laya, ha dejado clara la postura del Ejecutivo en unas declaraciones que recoge El País: "No estamos de acuerdo y lo pusimos en su conocimiento". La titular de la cartera tiene prevista una visita a Argel la próxima semana en la que, entre otros temas, tratará esta medida unilateral de Argelia.

El PP, a través de su diputada Virginia Marí, han instado al Ministerio de Asuntos Exteriores a defender la posición española y han expresado su preocupación por lo que esta ampliación del espacio marítimo argelino (y su solapación, por lo tanto, con el español) podría conllevar.

La clave es el proyecto MEDSALT-2, solicitado por Instituto Nazionale di Oceanografia e di Geofisica Sperimentale italiano y que tiene por objetivo "comprender las causas, cronología, mecanismos de desarrollo y consecuencias, a escala tanto local como planetaria, del depósito salino gigante más grande y joven de la Tierra: la capa de sal del Mioceno superior en la cuenca Mediterránea, siendo sus objetivos principales estudiar el depósito salino del Messiniense en el Mediterráneo, y predecir, determinar y evaluar áreas con potenciales riesgos geológicos y las consecuencias de estos". Afectaría a las aguas entre las islas de Mallorca e Ibiza y al sureste de Ibiza y Formentera.

Sin embargo, tal y como apunta El Mundo, el temor es que, al utilizar los mismos métodos de las prospecciones petrolíferas, se puedan aportar estos datos en informes a las empresas dedicadas al negocio de la extracción de petróleo. Se trata de una denuncia por parte de varios sectores del entorno balear, que en la última década ha planteado una pelea contra todos los proyectos de prospección petrolífera en pos de la defensa del medio ambiente del archipiélago balear.

La de Argelia no ha sido la única anexión de aguas territoriales españolas de los últimos meses. En enero, Marruecos aprobó un decreto ley en el que ampliaba sus fronteras marítimas hasta tocar parte de un sector de aguas pertenecientes a las Islas Canarias y dentro de lo que España considera Zona Económica Exclusiva.

Bajo la polémica, un ecosistema de un gran valor energético: el monte submarina Tropic, situado en el territorio que tanto España como Marruecos consideran propio y que constituye toda una mina de telurio, indispensable en la creación de los tecnologías verdes.