Música

Las comparsas mantienen la alegría el último día del carnaval en Brasil



    Río de Janeiro, 12 feb (EFE).- Las comparsas mantuvieron hoy la alegría en las calles en el último día de carnaval en la mayor parte de Brasil después de que las escuelas de samba terminaran sus desfiles de este año y comenzaran a pensar ya en los de 2014, para cuando se esperan actuaciones dedicadas al fútbol debido al Mundial.

    Los "blocos", como son conocidas las comparsas carnavalescas que, animadas por orquestas, arrastran a multitudes a las calles para bailar, cantar y divertirse, fueron la principal atracción de hoy, en vísperas del miércoles de ceniza cuando los brasileños teóricamente tienen que quitarse el disfraz y volver a la normalidad en medio de la resaca.

    La fiesta, sin embargo, aún tendrá algunos ribetes mañana con la presentación de las comparsas tardías en Río de Janeiro, como la de los cineastas, y el sábado, con el desfile de las escuelas de samba que sean elegidas campeonas del carnaval este año, pero en ciudades como Salvador proseguirá al menos hasta el final de la semana.

    Para no dejar que la animación se desinfle en el último día de fiesta y cuando muchos ya muestran el cansancio tras cinco días de música y baile, las primeras comparsas previstas para este martes tomaron temprano las calles.

    Una de las que más madrugó fue la Río Maracatú, una comparsa que obliga al público a bailar desenfrenadamente al ritmo del maracatú, música procedente del nordeste brasileño.

    Este "bloco" desfiló por el malecón de la playa de Ipanema al frente de miles de cariocas y turistas y arrastró incluso a los bañistas que descansaban en la arena.

    Igualmente despertó temprano a los vecinos del céntrico y bucólico barrio de Santa Teresa el Bloco de las Carmelitas, uno de los más tradicionales y creativos de Río de Janeiro y en el que abundan los disfraces de monja para recordar a la novicia que se salía del convento de las carmelitas para disfrutar del carnaval.

    Para el último día del carnaval estaba prevista la actuación de cerca de 110 comparsas en todo Río de Janeiro, algunas de las cuales con público multitudinario (80.000) como la Banda de Ipanema, que se espera que atraigan a unas 440.000 personas.

    Igualmente se espera a unas 50.000 personas en la presentación de la Orquesta Voadora, una comparsa que, con una mezcla de instrumentos de percusión y de viento, así como acordeones, interpreta a un ritmo propio conocidas músicas desde samba hasta rock.

    Las doce escuelas de samba del llamado Grupo Especial del carnaval de Río de Janeiro, tras los desfiles de gala celebrados las noches de domingo y lunes y que atrajeron a unas 160.000 personas al "sambódromo", ahora esperan la elección de los jurados, prevista para el miércoles, para definir a la campeona de este año.

    Algunas ya son señaladas como favoritas, entre ellas Vila Isabel liderada por el cantante Martinho da Vila y que desfiló en esta madrugada, así como Portela, la última de las seis que desfilaron el domingo por la noche, por sus presentaciones perfectas, sin errores y con sambas que agradaron al público.

    La Mangueira, la escuela más popular de Brasil, fue una de las que más animó al público con dos orquestas, pero sufrió algunos problemas técnicos, entre ellos una carroza atascada debajo de la torre para los fotógrafos, que serán castigados con notas menores.

    Los desfiles de las escuelas de samba, cada una con hasta 5.000 integrantes y reforzadas por carrozas alegóricas y enormes orquestas, son considerados la principal atracción del carnaval de Río y el mayor espectáculo del mundo al aire libre.

    Además de esperar el veredicto, las escuelas comienzan a pensar ya en el carnaval del próximo año y algunas ya han manifestado la posibilidad de presentar desfiles en homenaje al fútbol, el deporte rey de Brasil, precisamente el año en que el país organizará el Mundial.

    Y es que la fiesta puede durar sólo cinco días para quien se divierte, pero para quien organiza el carnaval se trata del resultado de un año de trabajo.

    "Cuando acaba un carnaval tenemos que comenzar a pensar en el próximo", dijo a Efe Alexandre Couto, director de armonía de la escuela de samba Salgueiro.

    Como dice la canción de Tom Jobim, para los pobres la tristeza no tiene fin pero la felicidad sí, y, tras un año de trabajo y cinco días disfrazado, acaba con la llegada del miércoles de ceniza.

    Carlos A. Moreno