España
España, entre la dignidad o la humillación
La selección española se despide esta tarde contra Australia (18:00, Telecinco y EcoDiario.es) de uno de sus peores mundiales en las últimas décadas. Ni siquiera en Francia 98, cuando los entonces entrenados por Clemente cayeron en la primera fase, el equipo nacional se había ido a casa sin puntuar en ninguno de los dos encuentros disputados. Entonces se empató frente a Paraguay. Ahora, ni eso.
Por eso lo que está en juego esta tarde en el Arena de Curitiba es algo más que tres puntos. Está en juego que la todavía vigente campeona del mundo se marche con la dignidad de dar la cara en su adiós del campeonato o con la humillación de ser una campeona desterrada y despojada de la dignidad que, durante seis años, ha hecho de este equipo la máxima referencia del fútbol planetario.
Porque caer o empatar ante Australia sería un broche demasiado amargo para los nuestros en este nefasto torneo. Así lo entiende un Vicente del Bosque que en los últimos días ha insistido a los suyos en la idea de que contra Australia el equipo debe de dar su mejor cara. El seleccionador sabe que no será sencillo y que este encuentro, en verdad, es más una trampa que una despedida.
El equipo oceánico ha dado muestras de ser un combinado complicado. Una escuadra que puso contra las cuerdas a Chile y Holanda en los primeros encuentros y que dará guerra hasta el final. La motivación de jugar (y poder ganar) a los que aún son campeones del mundo será suficiente para que hoy lo den todo.
Es ahí donde nace el temor de Del Bosque. El salmantino sabe que un equipo motivado contra otro desmotivado puede dar como resultado un mal resultado en contra (quizá una goleada) que daría pábulo a los críticos para, esta cebarse más todavía contra la 'Roja' y que incluso podría impulsar a voces todavía condescendientes hacia el lado de aquellos que no perdonan al equipo lo ocurrido estos días.
Además, todo lo que pase esta noche representará la primera piedra del proyecto que está por venir. En el seno de la selección creen que un triunfo con buena imagen calmaría los ánimos de cara a los siguientes partidos e incluso permitiría evitar debates sobre qué estilo debe tener España en los próximos torneos.
La derrota, por el contrario, metería a los que están por venir más presión todavía. El nuevo proyecto empezaría torcido y eso, ante la oleada de comentarios críticos de los últimos días, podría hacer que la andadura de España empezase se truncase. Del Bosque y los suyos repiten en privado, por activa y por pasiva, que el futuro de la 'Roja' empieza ya. Que los primeros encuentros tras el desastre (incluido el que disputarán contra Australia) marcarán el devenir del equipo.
De ahí que el seleccionador dé tanta importancia al duelo de esta tarde. El primero de la nueva era de España. El último de una generación de oro que se juega dejar el mundial de su despedida entre el aplauso de los que se van con la cabeza alta o la humillación de caer frente a una selección sin lustre alguno como Australia.