Mujer profesional
Barbara Cassani acude al rescate de la aerolínea para alejarla del bajo coste
La situación financiera por la que pasa la aerolínea que se autobautizó hace casi dos años como "de nueva generación" no es muy buena después de que a finales de septiembre su presidente, José Miguel Abad (representante de Inversiones Hemisferio, la sociedad patrimonial de Grupo Planeta) y un grupo de consejeros abandonaran el cargo.
Meses atrás el capital riesgo (Apax Partners) también había huido del capital... Estas reestructuraciones en el equipo directivo precedían una situación financiera actual delicada: prevé cerrar el año con unas pérdidas de 50 millones de euros por la competitividad en el bajo coste en el aeropuerto de El Prat, debido a la irrupción de Clickair (participada por Iberia) y a otros factores como el aumento del combustible.
Ante esta situación complicada, que ha llevado a la primera aerolínea a tocar el peligroso techo de los ocho euros por acción, Cassani quiere aplicar nuevas dotes de mando.
El valor ya cae un 66%
La compañía ha perdido el 66 por ciento de su valor desde enero y ha atribuido esta revisión del resultado a un menor ingreso por billete por pasajero y a un menor coeficiente de ocupación de sus aviones.
"La estrategia que prepara se basa en aumentar precios para atraer al público ejecutivo y poco a poco dejar de ser una aerolínea de bajo coste para ganar otro tipo de mercado", comenta un colaborador de Cassani .
Procedente de British Airways, Cassani fue la artífice del lanzamiento de Go en 1998, la filial de bajo coste ideada por la aerolínea de bandera británica para hacer frente a la dura competencia de easyJet y Ryanair. El proyecto no evolucionó según los planes de British Airways y los empleados se hicieron con la gestión y acabaron vendiéndosela a easyJet.
Cassani se opuso a esta operación por entender que tenía capacidad de crecimiento en solitario. Fue contratada por Marks&Spencer como directora no ejecutiva.
Cassani entró como independiente en el consejo de administración de Vueling el pasado 22 de junio y ya puso sobre la mesa sus propuestas para que retomara el vuelo: aumento de tarifas y diversificar la oferta.
A partir de ahora inicia un nuevo rumbo en el que se aleja más del bajo coste. "Las tarifas y el precio de los billetes de Vueling deben subir para captar al público ejecutivo y para que podamos ganar dinero", asegura. La presidenta apuesta por relanzar la compañía hasta el punto que ha invertido 50.000 euros en la compra de 3.600 acciones.
Los fundadores de la empresa Carlos Muñoz (ex consultor de la firma Mckinsey and Company en California) y Lázaro Ros apuestan por ella y no esconden su preocupación hacia una posible venta o compra hostil