"El hombre es un individuo, no tiene sexo en términos de género. Los varones no están interesados en su género. La exclusión de las mujeres se ha llevado a cabo impidiendo activamente que sean individuos".Así de provocador se mostró ayer en Bilbao el filósofo de la Universidad de Zaragoza Daniel Innerarity, en el transcurso del congreso de la Confederación Española de Directivos y Ejecutivos (CEDE), cuyo núcleo argumental gira en torno a Prioridades y equilibrios en la función directiva . La mesa redonda en la que participó este filosofo tenía como título Mujeres y hombres: liderazgo compartido. Para Innerarity en muchas ocasiones el hecho de ser mujer puede parecer que en principio es una ventaja sobre todo en contextos en los que se identifica el valor de género como una expresión de modernidad y de cambio. Sin embargo, a su juicio, a la larga este factor de género es el que lleva al fracaso o a no alcanzar los objetivos esperados. A su entender un ejemplo claro de esto fue la campaña electoral de la socialista francesa Ségolène Royal.Olvido de los valores de géneroEn su argumentación, este filósofo defendió el olvido de los valores de género y de reivindicar al individuo, "ya sea éste hombre o mujer". Así le parece una trampa que a través del concepto de género se trate de transmitir una forma diferente de trabajar, más centrada en las relaciones y en una concepción diferente de las cosas y de la forma de llevarlas a cabo. Considera que esta corriente es "una trampa" que a la postre termina por restar responsabilidades a las mujeres en la política, en la empresa y en la sociedad. En su opinión la igualdad o la paridad no debiera responder a valores de género, sino que ha de ser un mero hecho sociológico "Si las mujeres son la mitad de la población, solo con esto me basta. La sociedad y los órganos de dirección deben reflejar esta realidad empírica y sociológica. La renovación no es política femenina, sino paridad efectiva".Críticas de los asistentesUna de las críticas más duras a las tesis de Innerarity procedió de los asistentes, entre los que se encontraba Isabel Vázquez Feijóo, secretaria general de la Federación Española de Mujeres Directivas, Ejecutivas, Profesionales y Empresarias (FEDEPE), que agradeció a Innerarity su exposición porque permitía conocer cuál era la visión de un hombre de lo que era una mujer directiva. Para Freijóo las mujeres directivas tienen algo diferente que aportar a las empresas. Así defendió su mayor control del sistema financiero, su aporte de estabilidad, una forma diferente de hacer las cosas, etc. A su juicio la mujer directiva no complementa al hombre, sino que le aporta visiones diferentes. Abogó por el equilibrio y el liderazgo compartido.Estas mismas tesis fueron compartidas por otra de las ponentes, Pilar Gómez Acebo, vicepresidenta de CEDE, que previamente había centrado toda su exposición sobre el cambio de modelo que debe propiciarse en las empresas frente a un mundo globalizado y cambiante, en el que las relaciones se convierten en determinantes frente a un viejo modelo de productividad. Aunque en su intervención evitó referirse a hombres o mujeres, optando por el concepto de directivo en su acepción más amplia, tras la intervención de Innerarity apuntilló que "el cambio del sistema de gestión de las empresas lo han propiciado las mujeres".¿Sistemas de 'cupos' no deseables?Para Gómez Acebo las políticas de igualdad, los sistemas de cupos femeninos, no son deseables, aunque a veces son necesarias para ayudar a que se produzca un giro. La presidenta del Club Financiero Bilbao, organismo anfitrión del congreso de CEDE, manifestó que aunque se ha avanzado mucho hacia la paridad, aún las mujeres no están suficientemente representadas en las empresas ni en las instituciones. "Estamos desperdiciando una parte significativa de talento. Nuestras empresas no pueden permitirse el lujo de prescindir de él". Por ello, abogó por buscar fórmulas efectivas para que se produzca la incorporación de las mujeres a las empresas y el ascenso de éstas a los puestos directivos. A su juicio, las políticas desarrolladas hasta el momento "no han resultado del todo eficaces". Ellen Kjos-Kendall, de la Confederación Empresarial Noruega, también discrepó con Innerarity y manifestó que hay que huir de los estereotipos, entre los cuales se encuentra creer que todos los hombres son competentes y que las mujeres deben demostrarlo.