Motor

Las personas que conducen con la ventanilla bajada y el codo fuera tienen estas características

Conducir con el codo fuera reduce la capacidad de reacción del conductor

Sara Tejada

Conducir con el codo fuera no es solo una cuestión de estilo o comodidad: puede revelar patrones de personalidad y comportamientos que comprometen la seguridad. Adoptar una postura ergonómica y centrada al volante no solo mejora el control del vehículo, sino que también protege la integridad física del conductor y la de quienes lo rodean.

Conducir con el codo fuera no es solo una cuestión de estilo o comodidad: puede revelar patrones de personalidad y comportamientos que comprometen la seguridad. Adoptar una postura ergonómica y centrada al volante no solo mejora el control del vehículo, sino que también protege la integridad física del conductor y la de quienes lo rodean.

Conducir con la ventanilla bajada y el codo apoyado en el marco de la puerta es una imagen habitual en carreteras y ciudades, especialmente en épocas de calor. Sin embargo, esta postura, aparentemente informal y relajada, ha sido objeto de análisis desde la psicología de la conducta y la seguridad vial. Expertos en ambas áreas coinciden en que este gesto revela rasgos específicos de personalidad y comportamientos al volante que conviene conocer.

"Autoafirmación corporal"

Desde el punto de vista psicológico, diversos estudios apuntan a que las personas que adoptan esta postura tienden a mostrar un perfil más extrovertido, seguro de sí mismo y con una necesidad marcada de proyectar una imagen relajada o dominante. Según el psicólogo social Vicente Garrido, esta actitud puede asociarse con la llamada "autoafirmación corporal", una forma de expresar, incluso de forma inconsciente, una sensación de control sobre el entorno. Además, puede reflejar una actitud de desafío o indiferencia hacia las normas, especialmente si se mantiene a pesar de las condiciones del tráfico.

En el ámbito de la seguridad vial, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha alertado en repetidas ocasiones sobre los riesgos de esta conducta. Conducir con el codo fuera del vehículo limita la capacidad de maniobra ante imprevistos y puede aumentar de forma significativa la gravedad de una lesión en caso de accidente o colisión lateral. Según el ingeniero en prevención vial José María Plaza, esta postura "es incompatible con una sujeción correcta del volante y, por tanto, reduce la capacidad de reacción del conductor". Además, este comportamiento puede denotar una cierta desatención o relajación excesiva al conducir. La psicóloga experta en conducta al volante María del Mar Martín advierte que "quien mantiene una postura corporal demasiado laxa suele asociarse con una menor vigilancia del entorno y un aumento del riesgo de distracción".