Motor
Así quiere Bosch seguir conquistando la automoción China
- Desembarco de innovaciones como el "AI cockpit", el "brake-by-wire", el "steer-by-wire" y los nuevos sistemas ADAS de asistencia
- Bosch trabaja "con casi todas las marcas chinas de automóviles"
- Bosch anuncia 5.500 despidos, la mayoría en Alemania, en plena crisis del automóvil en Europa
Miguel García
Mientras que los fabricantes europeos de automóviles caen en China, empresas suministradoras como la alemana Bosch continuaron allí con una marcha positiva.
Es un dogma del mercado capitalista: el cliente siempre tiene razón, y hay que darle lo que quiere. China, el mayor mercado del mundo, quiere desde hace años productos más y más innovadores.
En el Salón Auto Shanghái, el suministrador de componentes de automoción Bosch es lo que ha querido demostrar: siguen subidos a ese tren de aportar innovaciones sin fin que desean la clientela (y los fabricantes) de China. Las ventas del grupo de movilidad de Bosch en China crecieron en 2024 un 4%, con una cifra de ingresos de 15.000 millones de euros. Más del 65 por ciento del negocio ha venido de su apuesta por soluciones de futuro, como vehículos definidos por software y trenes de potencia electrificados.
Aunque afirma que trabaja con prácticamente todos los fabricantes chinos (también extranjeros que fabrican allí), los réditos de esta estrategia acaban de llegar a Bosch en forma de la primera petición de un cliente chino para su ordenador de altas prestaciones capaz de dotar de inteligencia artificial al habitáculo. El fabricante (que no se ha revelado), pretende aplicarlo en diversos modelos en volúmenes propios de China: "de 6 cifras", como menciona Bosch en su nota de prensa. AI cockpit es un sistema de inteligencia artificial embarcado, que permitirá comunicarse de forma natural con el coche y actualizar sus funciones over-the-air.
Este ordenador permite trabajar con distintos "dominios" del coche en el mismo chip (manejando a la vez datos de sistemas de asistencia a la conducción e infoentretenimiento, por ejemplo). Con esta fusión de datos que amplía el potencial de avances, pero con menos exposición a problemas de ciberseguridad. "Con menos conexiones, más compacto y con menos costes", destaca la información oficial.
La compañía alemana ha logrado captar la atención de fabricantes locales como BAIC, Dongfeng y Jetour, gracias a su familia de sistemas avanzados de asistencia a la conducción (ADAS). Estos sistemas están diseñados para ser escalables según el segmento del vehículo: desde funciones básicas de nivel 2 para modelos de acceso, hasta opciones avanzadas para vehículos premium.
Más de la mitad de ventas son ya de coches semi-autónomos (en China)
La mitad de coches vendidos en China en 2024 ya disponen al menos de Nivel 2 de conducción automatizada. En Auto Shanghái, Bosch ha mostrado una nueva estrategia para abordar la aplicación de asistentes a tres distintos segmentos de automóviles durante 2025. Entre los componentes más destacados de su familia ADAS (Advanced Driver Assistance Systems) se encuentran el nuevo sensor de radar con sistema en chip (SoC), la cámara multifunción de nueva generación y la unidad de medición inercial (IMU). Cada uno de estos tres elementos son fundamentales para mejorar la seguridad, la precisión y la fiabilidad de los sistemas de asistencia a la conducción.
Por ejemplo, la unidad inercial resulta clave para que el coche conozca su ubicación con precisión (para anticiparse a curvas, cruces o rotondas) en caso de que el GPS falle, como sucede en los túneles. Además, es capaz de conocer con precisión movimientos de rotación, balanceo o cabeceo de la carrocería, información útil para controlar la dinámica del coche. Son unidades escalables, cuyas variantes más sofisticadas abrirán la puerta a la conducción autónoma verdadera (Nivel 4), sin necesidad de mirar a la vía.
ADAS para el segmento de acceso
Con la cámara multifunción se podrán integrar funciones de conducción y aparcamiento asistidos desde los modelos de los segmentos bajos. Las funciones básicas serían la regulación automática de la distancia de seguridad y el mantenimiento de carril con marcas viales claramente visibles.
La cámara tiene un alcance de hasta 300 metros y es capaz de recoger y fusionar datos de otros sensores. Los sistemas de Bosch son modulares, permite combinar los sensores, por lo que estás cámaras se aplicaría a otras categorías superiores de vehículos. Bosch pone como ejemplo la combinación con datos de hasta cinco radares y una cámara interior (lo que habilitaría los cambios de carril asistidos en gamas más altas). La cámara comenzará la producción en 2026.
Conducción manos libres (o Nivel 2) en segmento medio
El radar SoC resulta mucho más compacto que anteriores radares y comenzará su producción en 2026. Bosch dice que será el primer suministrador que ofrecerá en serie esta tecnología de radar SoC, en la que la información se procesa en el propio radar. Para Bosch los radares son fundamentales para la asistencia a la conducción (hay que recordar que Tesla quiere basar la suya exclusivamente en cámaras, porque si un conductor puede conducir solo con su visión, ¿por qué no un ordenador?).
Con varias cámaras y sensores adicionales el sistema de Bosch permitiría las funciones de mantenimiento de mantenimiento de carril, incluso sin líneas bien visibles. El procesamiento de la conducción de Nivel 2 se haría en un ordenador central, que también tendría en cuenta los datos procedentes del sistema de navegación. Un fabricante chino en el segmento medio lo comenzará a comercializar a mediados de 2025.
Para el segmento alto se prevé un Nivel 2++, que permite quitar las manos del volante, además de en autopistas, también en el complejo entorno urbano, con glorietas y cruces. Para ello manejará una visión de 360 grados y dispondrá de un ordenador de gran capacidad. También se ofrecerá este verano. Aunque estas tecnologías debutarán en China, su desembarco en Europa se prevé en 2026, en plena expansión de los Nivel 2+ y Nivel 3 en los coches de volumen.
Aprovechando la exhibición de Shanghái, Bosch ha querido marcar territorio en el ámbito de la innovación técnica, mostrando su "brake-by-wire", un sistema de frenado sin conexión mecánica directa entre pedal y freno, y su propuesta de "steer-by-wire", que elimina la unión física entre volante y ruedas. Tanto uno como otro deberían mejorar la eficiencia del vehículo, simplificar la arquitectura, reducir peso y, finalmente, abaratar los costes.