Motor
El desafío chino a la luz del sol naciente: BYD planea asaltar el mercado japonés de vehículos 'mini'
- La firma quiere conquistar un segmento clave en el motor nipón
Javier Fernández Sánchez
La hoja de ruta de China para alcanzar la hegemonía global pasa por el desarrollo de la industria de los coches eléctricos. En un contexto de cambio climático y de guerra comercial con EEUU, cuyas consecuencias pueden derivar en problemas de suministro energético, el desenvolvimiento de un sector automotriz menos dependiente de las importaciones de crudo es clave para incrementar la soberanía energética. Asimismo, la acelerada producción de estos vehículos abaratados artificialmente puede romper los mercados extranjeros, facilitando el control de estos por parte de las firmas chinas. Así, BYD tiene previsto aterrizar en un segmento clave del mercado automovilístico japonés.
La firma china está preparando uno de sus movimientos más ambiciosos: planea entrar en el mercado de coches 'mini' de Japón en 2026. Este segmento de la industria del automóvil, dominado por fabricantes nipones, es clave en la industria del motor japonesa: los coches mini (kei-jidosha, vehículo ligero en japonés), constituyen el 40% de todo el mercado automotriz nipona. Las características particulares de este tipo de vehículos han sido una barrera para las firmas del motor extranjeras, ya que los kei-jidosha están diseñados específicamente para las dimensiones, generalmente más pequeñas, de las carreteras y los estacionamientos de Japón, así como para cumplir con la regulación de Tokio.
Para llevar a cabo tan dificultosa tarea, BYD confía en la tradicional táctica que otras firmas chinas han aplicado a lo largo de las últimas décadas en otros mercados dominados por firmas locales: bajar los precios al máximo posible. Así, la empresa tiene previsto lanzar sus modelos por 17.700 dólares, que es el precio mínimo actual en el mercado de coches eléctricos 'mini'. BYD planea ejecutar este movimiento en un momento en el que la marca se está expandiendo rápidamente por el Sudeste Asiático. En este sentido, la firma china fue la marca automovilística que más coches vendió en Singapur en 2024, arrebatando el cetro que hasta entonces estaba en manos de Toyota, la joya de la corona del motor japonés.
Es evidente que BYD quiere aprovechar la lentitud con la que la transición energética se está ejecutando en la industria automovilística japonesa. Las grandes firmas japonesas del motor construyeron su dominio a partir del motor de combustión, y no están logrando adaptarse rápidamente a la evolución de la industria. La firma china, que ha desarrollado con éxito sus modelos eléctricos, quiere aprovechar esta oportunidad.
Además, BYD mueve ficha rápido en un momento en el que Tesla está en horas bajas. Las ventas de la firma de Elon Musk se desploman en EEUU y Europa, mientras que en China los productores locales cada vez son más fuertes. En este sentido, BYD ya tiene otro plan para desactivar a Tesla a través de un sistema de autoconducción gratuito, denominado Ojo de Dios.