Ponemos a prueba el nuevo Cupra Tavascan Endurance con este reto de consumo

Tras presentarnos Cupra el nuevo Tavascan Endurance, el cuál llega con mayor autonomía que el VZ, hemos puesto a prueba su consumo y autonomía con un reto: el Tavascan Challenge ¿Habrá pasado el desafío?

Pese a que el mismo día de la prueba, su presidente Wayne Griffiths, ha comunicado la posibilidad del cese en la fabricación de este modelo, hemos querido verificar que esta nueva variante de mayor autonomía cumple con lo que promete y para ello hemos realizado el Tavascan Challenge donde gana quien logre un menor consumo en lea ruta establecida de 130 kilómetros.

En este caso como comentamos, la versión a poner a prueba es la Endurance con un motor de 286 CV y tracción trasera, con la capacidad de hacer el 0-100 km/h en 6,8 segundos y alcanzar una velocidad máxima limitada electrónicamente a 180 km/h.

Además, pese a tener estas grandes prestaciones, tras el reto, nos ha sorprendido su consumo en unas circunstancias de conducción normales tras el reto, logrando valores realmente asombrosos para un vehículo de estas dimensiones.

Su consumo homologado es de entre 15,7 y 17,4 kWh/ 100 km, algo que no deja de asombrar a raíz de sus dimensiones: 4,64 metros de largo, 2.10 de ancho (1.86 sin contar los retrovisores) y 1.59 de alto.

En cuanto a autonomía, construido sobre la plataforma MEB del Grupo Volkswagen y con una batería de 77 kWh, logra 569 kilómetros en ciclo WLTP.

¿Se puede reducir el consumo de 15,7 kWh en un coche como este?

Con una prueba de 130 kilómetros de recorrido y un tiempo límite de 2 horas 10 minutos para realizarlo (incluyendo normas como no poder bajar de 95 km/h en autovía o solo navegar vía routebook), logramos un consumo de 12.8 kWh con la climatización apagada (hacía 14 grados y en el coche se esta cómodo por lo que no era necesaria).

En modos de conducción optamos por el modo Range, centrado en la autonomía limitando así el coche a 130 km/h y teniendo una limitacón de aceleración en el pedal que pasa de usar el 100% a usar entorno al 70%.

Con la recuperación de energía desactivada (situado en las levas en tres niveles de mayor, menor o nada de retención), una de las claves de la prueba radica en un elemento básico de ahorro de combustible en cualquier tipo de motorización: aprovechar las inercias y las carreteras para reducir consumo.

Para ello aprovechamos las cuestas y las bajadas sin presionar acelerador y dejando avanzar el coche de modo que ganemos inercia y metros sin consumir batería, permitiéndonos así reducir notablemente nuestro consumo en la prueba.

El resultado con ello ha sido de un consumo de 12.8 kWh en los 130 kilómetros de la prueba que, tras aplicar la marca el resultado del gasto de batería midiendo esta comenzar y terminar la prueba, da como resultado un consumo de 15,4 kWh, menor incluso a la homologación de la marca.

Este resultado no solo nos permitió alcanzar el segundo puesto en la general, empatados con el primero y ganando estos por apenas dos minutos de diferencia en la llegada a meta, sino además, demostrar las grandes capacidades del Tavascan Endurance así como que con una conducción adecuada sin ningún comportamiento de conducción fuera de lo común, es posible reducir el consumo y aumentar la autonomía de un vehículo eléctrico.