De la freidora de tu cocina al depósito del coche: así es el nuevo diésel renovable de Repsol
- Probamos la tecnología que permitiría seguir usando los coches de combustión más allá del 2050.
- Sirviendo como alternativa al eléctrico, Repsol apuesta todo a los combustibles renovables.
Nacho González
Hemos puesto a prueba el diésel renovable de Repsol, de origen 100% materias primas como el aceite de freidora, para ver como de eficiente es y si se aprecia diferencia alguna con respecto al diésel tradicional ¿Qué crees que ha ocurrido?
A diferencia del petróleo del diésel tradicional, este diésel renovable que comercializan desde hace más de un año, tiene su origen en los residuos orgánicos tales como los agrícolas o forestales, y el que utiliza Repsol para su fabricación: aceite usado de freidoras. Y no, si te lo preguntabas, cuando repostamos no huele a croquetas o fritanga, ni tampoco durante la marcha.
De hecho, cabe destacar que para aquellos que lleven aceite usado a los diferentes puntos de recogida situados en 300 gasolineras de la península, recibirán un descuento de 0,30 céntimos por litro, al ser este aceite la base de Repsol para la fabricación del diésel renovable, el cuál con 1 litro de aceite, logra 0,9 litros de combustible renovable.
Este combustible renovable es apto para su uso en la gran mayoría de vehículos que ruedan hoy por nuestras calles (más de un 90%), puesto que es idéntico al tradicional, y no es necesario cambiar nada del motor ni limpiar el depósito de combustible.
El objetivo que se marca ahora Repsol, es que Bruselas lo apruebe, de modo que se pueda seguir circulando con coches gasolina/diésel en un futuro pese a la prohibición, al estar exentos los coches de combustibles sintéticos de esta normativa.
No obstante, te invitamos a que antes de acercarte a uno de los 353 puntos de la Península Ibérica que tiene disponible este combustible, consultes el manual de tu coche donde figurará si este es apto para utilizarlo.
Especificaciones, precio del combustible y hoja de ruta de Repsol
Esto parece tener un futuro prometedor, pues al ser un combustible de emisiones neutras en carbono, permitiría la continuidad de venta de coches de combustión pasado 2035 y la circulación de estos una vez lleguemos al año 2050, sin entrar en conflicto con la agenda 2030 y los correspondientes objetivos de ser neutros en carbono y reducir las emisiones de CO2.
A día de hoy, Repsol cuenta con 353 gasolineras en la península que suministran combustible 100% renovable, con el objetivo de llegar a 600 antes de que termine el año, y alcanzar las 1.900 para 2027, teniendo un total de 1.500 a finales de 2025. De estas 353 (319 en España y 34 en Portugal) cuentan con el diésel renovable fabricado íntegramente en España en la planta de Cartagena, Murcia.
Con una inversión de 250 millones de euros, Cartagena es la primera planta dedicada exclusivamente a la producción de biocombustibles a base de residuos. Esta planea fabricar 250 mil toneladas anuales a través del procesado de 300 mil toneladas de residuos orgánicos, con las que se evitará la emisión de 900 mil toneladas de CO2 al año.A la vez, en Puertollano, se inaugurará en 2026 una segunda planta que fabricara 240 mil toneladas al año. Todo esto con el objetivo de ser capaces en 2030 de fabricar dos millones de toneladas de combatible renovable al año.
De momento se centran en el diésel, sin embargo, también están buscando hacer lo mismo con gasolina, de hecho, ya cuentan con tres estaciones en Madrid (Hipódromo, Arturo Soria y Herrera Oria) que disponen de esta gasolina renovable.
El precio es de 1,69 euros el litro, mismo precio de los combustibles premium (De hecho el renovable ya sustituye al diésel plus en muchas gasolineras), algo que bajará si Repsol logra su objetivo principal: que la Unión Europea lo incluya en el grupo de combustibles sintéticos y por tanto, reconozca su designación como combustible renovable, lo que además de abaratar su coste de cara a los usuarios, incrementaría su demanda y popularidad.
La hora de la verdad
En nuestro caso probamos este diésel renovable en un Opel Grandland, y tras toda la mañana conduciendo a 39 grados de media por carretera y ciudad con sus correspondientes atascos, nos encontramos exactamente con lo que nos dijeron desde Repsol que nos íbamos a encontrar: el consumo, el funcionamiento y el resto de indicadores en los que nos fijamos cuando probamos un coche, son exactamente iguales que el mismo trayecto con un coche de diésel tradicional.
El consumo no se dispara en ningún momento como alguno puede pensar por "tener menos esencia" que el diésel fósil, el comportamiento del coche es el habitual, y no se aprecia cambio alguno al volante, por lo que hemos quedado gratamente sorprendidos y contentos con su funcionamiento.
En conclusión, si las diferencias en la composición así como en su uso son imperceptibles, el precio es el mismo (a esperas de que se reduzca a corto-medio plazo) y los coches actuales pueden usarlo sin problema mientras se reducen las emisiones ¿Por qué no pasarse a esta opción que a la vez calma la radicalidad de pasarse al 100% eléctrico?