Qué es la fiebre de la línea blanca en la carretera o cuando conduces por inercia y sin pensar en la conducción: síntomas y causas

Al volante, es imprescindible tener puestos todos los sentidos sobre la carretera. Solo de esta manera podremos reaccionar a tiempo ante un peligro inminente. Sin embargo, y por mucho esfuerzo que pongamos, hay ocasiones en las que la concentración desaparece de manera inconsciente y los conductores sucumben ante la fiebre de la línea blanca.

La fiebre de la línea blanca o la hipnosis de la carretera es un fenómeno por el que el conductor entra durante un periodo variable de tiempo en trance, abstraído completamente de lo que ocurre en el exterior, mientras conduce. Es, sin quedarse dormido, como una especie de conducción automática o sonámbula.

Esta situación es altamente peligrosa, ya que ante la aparición de cualquier imprevisto (un frenazo brusco de otros vehículos, la aparición de un peatón o un animal, etc.) no podremos actuar a tiempo.

Lamentablemente, este estado mental no se atribuye a ninguna causa. No obstante, se da con más frecuencia en condiciones de poca luz, cuando el camino es particularmente sencillo (una carretera recta, con varios carriles, sin tráfico) y cuando el conductor se encuentra cansado, deshidratado o aburrido.

En consecuencia, podemos tratar de evitar la aparición de la fiebre de la línea blanca prestando la máxima atención posible, mantenerse hidratado, conducir descansado y sin sueño, y realizar las paradas aconsejadas pasadas las 2 horas de conducción.