Probamos el nuevo Volkswagen Tiguan: ¿tanto tiene que envidiar al Touareg?

Nos hemos desplazado hasta Sevilla para conocer de primera mano el nuevo Volkswagen Tiguan, un SUV líder de ventas que ha pulido los detalles en los que flaqueaba para ser la mejor versión y más completa fabricada hasta ahora. La pregunta que nos surge es: ¿tiene algo que envidiar a su hermano mayor, el Touareg? Te lo contamos todo al detalle.

La nueva generación del Volkswagen Tiguan llega cargada de novedades que no solo le confieren un aspecto renovado y más robusto similar al del Touareg, si no también un mejor desempeño prestacional y comodidad tanto para el conductor como para los ocupantes.

El modelo que desde su lanzamiento en 2007 ha vendido un total de 7,6 millones de unidades en todo el mundo (además de ser el modelo más demandado de la marca desde 2017), mejora en diseño, confort, tecnología y capacidades prestacionales para mantener esa solidez de ventas en su segmento del mercado.

En el exterior, los nuevos faros Matrix LED heredados del Touareg presiden un frontal más agresivo gracias en gran parte al capó más alto con respecto a la generación pasada, junto a una barra transversal de luz que sustituye a la parrilla del radiador que otorga también, un aspecto más característico acorde con la línea de diseño que viene siguiendo la marca alemana en sus modelos más recientes.

Las nuevas llantas de hasta 20 pulgadas, logran una presencia más deportiva y robusta, asemejándose más a como hemos mencionado, el modelo más prestacional de Volkswagen en cuanto a la gama SUV, el Touareg.

Las motorizaciones disponibles abarcan de los 130 a los 272 caballos de potencia, partiendo del micro híbrido de 48 V 1.5 eTSI de 96 kW (130 cv) y 110 kW (150CV) con etiqueta ECO, pasando por los híbridos enchufables con etiqueta CERO de 1.5 TSI 150 kW (204 CV) y 200 kW (272 CV), y llegando hasta los motores diésel TDI de 2 litros de 110 kW (150CV) y 142 kW ()193 CV) junto al motor gasolina 2.0 de 150 kW (204 CV) con etiqueta C.

En el interior, encontramos más espacio tanto para los pasajeros en el habitáculo como en el maletero, sin aumentar apenas las dimensiones exteriores del coche con tan solo 30 milímetros más de largo con respecto a la anterior versión. En el caso del maletero la capacidad es de 652 litros, ampliables hasta los 1.650 con los asientos traseros abatidos.

Además, la tecnología está más que presente en esta nueva generación con nuevos mandos y cuadros totalmente digitales como el cockpit de 10,25 pulgadas junto a la pantalla central de 12,9 pulgadas ampliable a 15 con el paquete R-Line, que funciona con un sistema de infotainment reinventado, y como no podía faltar, un Head-Up Display que es ya un imprescindible en todo coche nuevo para no apartar la vista de la carretera.

La nueva palanca de cambio recuerda a las utilizadas en los modelos 100% eléctricos de Volkswagen, los ID, con un selector de marchas en columna situado entre el volante y la zona del salpicadero donde se ubica el Head Up Display, activando la D para avanzar al girarlo hacia delante, la R al girar hacia la posición del conductor, y la P para estacionar, ubicada en un botón en el lateral de la palanca.

El nuevo Tiguan incorpora de serie asistentes a la conduccion clave como el de cambio de carril, frenada de emergencia, aviso de salida de carril o crucero adaptativo.

Los acabados disponibles son cuatro: Tiguan, Life, Más y R-Line, siendo el Tiguan el más básico con llantas de 17 pulgadas, cockpit de 10,25 pulgadas o faros LED entre otros, siguiéndole el Life con Llantas de 18 pulgadas, lunas traseras tintadas y retrovisores abatibles eléctricamente. En tercer lugar, el equipamiento Más incluye llantas de 19 pulgadas, pintura metalizada y faros delanteros LED Performance. Por último, el acabado tope de gama es el R-Line con faros Matrix LED, asientos deportivos tipo bucket e iluminación ambiental con hasta 30 colores.

El precio de este nuevo Tiguan es de 36.600 euros con el motor de hibridación ligera de 48 V y 130 CV

Sensaciones al volante

Hemos podido probar las motorizaciones gasolina de 130 CV y la diésel de 193 CV y sí, pese a que ambos coches funcionan realmente bien, la relación peso/ potencia se nos queda algo corta en la versión de 130 cv, revolucionándose de más en momentos como los adelantamientos o incorporaciones en las que debes acelerar, por lo que nos decantamos por la segunda opción (diésel 193 CV) que resulta mucho más cómoda tanto en carretera como en esos momentos puntuales como adelantamientos o subidas pronunciadas.

El cambio DSG que equipa el Tiguan resulta cómodo, es rápido y muy suave comparado con el que equipaba hasta ahora, y la nueva suspensión adaptativa DCC Pro no solo se acomoda para devorar cualquier tipo de irregularidad o bache en la vía, si no que en las entradas y pasos por curva en carreteras como los puertos de montaña en donde lo hemos puesto a prueba, la reacción es francamente buena. Elementos opcionales como el masaje en los asientos delanteros suman mucho a un coche al que poco más se le podía pedir con lo bien que funcionaba hasta ahora, pero, con detalles como este, es como se marca la diferencia en la conducción y momentos como los viajes largos para los que está concebido este tipo de coche.

En conclusión, la tercera generación del Tiguan llega para perfeccionar un coche que siempre ha funcionado correctamente y que ahora mejora en aquellos pequeños detalles que faltaban por pulir para que el conjunto del coche sea top. Con un aspecto atractivo y llamativo que se ve mucho más robusto que su predecesor, un equipamiento superior y un desempeño óptimo, ponemos la mano en el fuego a que los próximos años el Tiguan seguirá liderando las ventas de Volkswagen, a la vez que se posiciona como la opción predilecta para los compradores que busquen un SUV de estas características frente a modelos rivales como el Jeep Compass, el Ford Kuga (Que pronto traeremos la prueba de la nueva generación) o el Toyota RAV 4.