Cómo bajar la temperatura del coche rápidamente

Quienes no disponen de una plaza de garaje, en propiedad o en alquiler, sabe lo molesto que resulta acceder a un vehículo estacionado en la vía pública durante los meses de verano. Un calor abrasador y unas superficies (asiento, cinturón y volante en particular) que queman.

Existen algunas prácticas para prevenir que el calor invada de manera tan drástica el habitáculo, aunque ninguna de ellas es milagrosa. La más lógica, aunque no siempre se puede conseguir, es estacionar a la sombra.

Y para crear una sombra, se puede colocar un parasol en el parabrisas delantero. De una forma u otra, evitaremos que el sol incida directamente en el interior del vehículo. Además, no solo tendremos una sensación más confortable, sino que podremos conducir de forma más segura.

Pero, ¿qué se puede hacer cuando no disponemos de una sombra ni podemos generar una? Principalmente, disponemos de dos elementos con los que modificar la temperatura de un coche: las ventanillas y el aire acondicionado.

Aire y ventanillas

Por un lado, bajar las ventanillas es prácticamente obligatorio para evacuar el calor del interior del coche. De hecho, abanicar el aire del interior hacia el exterior ayudará a que el calor desaparezca de forma más rápida. Las ventanas deberían estar bajadas, al menos, durante los primeros minutos, para evacuar el calor y para dar tiempo al sistema de aire acondicionado a funcionar.

Por otro lado, el aire acondicionado, al menos durante los primeros instantes, debe dirigirse hacia la parte superior del habitáculo. De esta forma, el aire frío se expandirá de forma más rápida y eficiente. Y una vez enfriado, la temperatura del aire acondicionado debería situarse sobre los 22-23 grados.