Motor

Opel Mokka-e, un SUV urbano eléctrico para los más jóvenes

  • Junto a las versiones diésel y de gasolina se ofrece una variante 100% eléctrica
  • Ofrece tres modos de conducción, con los que se reduce la potencia
  • Puesto de conducción moderno y funcional con un cuadro de instrumentos de 12 pulgadas
El Mokka-e es un coche muy llamativo, con personalidad, ideal para gente joven que quiere moverse por la ciudad.

Carlos Cancela

La prueba de esta semana corresponde al Opel Mokka, un coche de aspecto juvenil y llamativo que, además, en esta versión que hemos analizado incorpora una interesante mecánica eléctrica de 136 caballos. Un coche ideal para moverse por la ciudad con agilidad y sin limitaciones, siempre que tengamos un punto de recarga.

El Opel Mokka se integra en el segmento más demandado del mercado, el de los todocamino pequeños, de enfoque urbano y que en este caso, gracias a su mecánica eléctrica y por ello su etiqueta "0 emisiones", se adapta perfectamente a la utilización en la ciudad, donde su consumo, además, resulta muy reducido. Y de ahí que sea un coche muy interesante, sobre todo para personas más jóvenes que buscan esa movilidad sin límites por la ciudad.

El Mokka tiene un estilo rompedor, con un frontal muy llamativo y con mecánicas diésel y gasolina, a las que se añade esta interesante versión 100% eléctrica. Es un coche completamente nuevo, que solo hereda de su antecesor, que todavía estaba bajo el paraguas de General Motors, el nombre.

Aspecto robusto

En realidad es un vehículo más corto y también más ancho que su antecesor. Pero una de las claves de este nuevo Mokka es su ligereza. Es nada menos que 120 kilos más ligero a igualdad de versión, y también un 15% más rígido, lo que repercute en ese consumo más ajustado y en su comportamiento dinámico mejorado.

Su puesto de conducción es muy tecnológico, con dos grandes pantallas, pero no se renuncia a botones para facilitar las cosas.

A nivel mecánico hay un cambio importante: su antecesor ofrecía una variante GLP que se sumaba a los diésel y gasolina, mientras que en este caso la gama de versiones con motor térmico se amplía con el eléctrico. Para ello, emplea la plataforma multienergía del grupo Stellantis, la misma que utiliza su "hermano" el Opel Corsa o sus "primos" los Peugeot 208 y 2008 o el DS 3 Crossback.

El nuevo Mokka es un vehículo de dimensiones contenidas que se desenvuelve muy bien en el tráfico urbano, pero que por su mecánica también puede utilizarse perfectamente en carretera. Eso incluye también a esta variante eléctrica. Aunque en este caso del Mokka-e siempre habrá que ir pendiente de su autonomía.

El valor homologado parte de 328 kilómetros para la versión más equipada. En el caso de la variante de acceso la cifra sube hasta los 335 kilómetros. Pero hay que tener en cuenta que si rodamos por carretera y con cierta agilidad, sobre 120 km/h en autovía, no haremos mucho más de 275 kilómetros. Al menos, esos son los resultados que hemos obtenido durante nuestras pruebas. Y otro detalle importante, solo para los que buscan siempre ir deprisa, su velocidad máxima es de solo 150 km/h, para conseguir de esta forma mejorar su autonomía.

Cuenta con un diseño y una estética sencilla, pero al mismo tiempo es muy llamativo. En su frontal encontramos una banda de color negro en la parte superior que incluye los faros de LED de serie y opcionalmente unos matriciales, una tecnología muy avanzada para el segmento del SUV pequeño. Esta parte superior no es una rejilla de ventilación sino que es una superficie cerrada.

Muy llamativo

Su estética es llamativa con formas muy rectas y con posibilidades de personalización en sus colores. Una prueba clara la tienen en las imágenes que acompañan esta prueba de nuestro vehículo con un color verde y con su techo en negro. La posibilidades de personalización pasan por ese tipo de techo bicolor o por toques de color en las llantas para darle ese toque diferenciador.

El Mokka es corto, ancho y de aspecto robusto, pero también es más alto por su carácter de SUV urbano.

Es un modelo integrado en el segmento todocamino pequeño, los llamados SUV urbanos. Esto significa que tiene una mayor altura libre al suelo, lo que repercute en un acceso más fácil al interior y una mejor visibilidad para el conductor y los otros ocupantes. Aporta un puesto de conducción muy tecnológico porque solo se ofrece con cuadro instrumentos digital, aunque dependiendo de su equipamiento puede ser de 10 o 12 pulgadas. Esta instrumentación está asociada con una pantalla en la consola central de otras 10 pulgadas.Y todo ello aporta un toque moderno y juvenil, también a su interior.

Algo que me ha parecido muy interesante es que pese a que casi todo se puede hacer con la pantalla táctil, el Mokka incluye unos cuantos botones para facilitar su utilización diaria. Estos se encuentran bajo la pantalla y permiten el acceso rápido al sistema de sonido, al navegador y para otras funciones. Todo ello para que su gestión sea más fácil e intuitiva y que no despiste al conductor. Más abajo encontramos los mandos de la climatización, también de muy fácil utilización. Esta me parece una buena opción del Mokka, frente a la digitalización total de algunos modelos rivales.

Lo mismo ocurre con la palanca de cambios, o el selector de marcha en nuestro caso del coche eléctrico, y con los modos de conducción. Tanto la palanca de selección de marcha como la de los modos de conducción tienen tres posiciones y son muy fáciles de gestionar. La primera permite optar por D, N y R, lo habitual en cualquier cambio automático, y la segunda también permite tres posibilidades.

Modos de conducción

Las tres opciones posibles son Eco, Normal y Sport, los habituales en casi todos los modelos actuales. Pero en este caso hay una gran diferencia y es que son perfectamente parametrizables. En otros vehículos lo que ocurre es que al activar el modo Sport el coche cambia más rápido de marcha o el acelerador ofrece otro toque. En este caso se limita la potencia y el par del motor eléctrico, entre otras cosas.

Es decir, que si funcionamos en el modo Sport tendremos el 100% de la potencia, es decir 136 caballos. Pero si activamos el modo Normal tendremos el 80% de la potencia. Y en el modo "Eco", sin duda el ideal para un uso normal con un coche eléctrico, el 60%. O lo que es lo mismo, 136 caballos en el Sport, 110 CV en el normal y 90 CV cuando aplicamos el modo "Eco".

A lo largo de la prueba he podido hacer bastantes kilómetros en cada una de las opciones. Con el modo normal el Mokka se mueve muy bien en todos los terrenos y en ciudad resulta muy alegre. Y si necesitamos ir un poco más rápido, con el Sport se consigue una notable mejora en su capacidad de aceleración, pero sobre todo disfrutar un poco más de sus reacciones más rápidas. Pero esa alegría nos supondrá perder autonomía.

He hecho la mayor parte de los recorridos de esta prueba en el modo "Eco" para tratar de aprovechar al máximo su autonomía, tanto en carretera como en zona urbana. Me parece más que suficiente porque incluso cuando hace falta más aceleración, con solo presionar el pedal del acelerador ya se consigue que el coche recupere velocidad bastante rápidamente. Y con ello podemos ganar unos 20 kilómetros de autonomía cuando la batería está a tope.

Recarga

Sin duda una de las claves de un coche eléctrico es su capacidad de recarga. En este sentido, el Opel Mokka-e cuenta con una batería de 50 kWh, bastante razonable por peso y por coste. Ofrece diversas opciones de recarga. Se puede hacer en un enchufe doméstico, pero esta es solo una solución de emergencia por el tiempo requerido. Por ello, la opción más razonable es la de tener un wallbox dedicado.

Los asientos delanteros ofrecen una buena sujeción del cuerpo y son bastante cómodos.

Pero también se puede recargar en un punto de corriente continua y de alta capacidad, en cuyo caso la carga está limitada a un máximo de 100 kW. Como tiempos aproximados de recarga, en un wallbox de 11 kW en un minuto se carga para recorrer 1 kilómetro. Si se hace en un punto de 50 kW, en un minuto recargaremos para hacer 5 kilómetros y en un cargador de 100 kW, el máximo posible, en 1 minuto tendremos carga para recorrer 9 kilómetros adicionales.

Por lo que se refiere al resto de su gama, el Mokka se ofrece también con dos motorizaciones de gasolina y una diésel, que aportan el estilo de este SUV sin las limitaciones de un vehículo eléctrico, de momento. Los motores de gasolina son un mismo propulsor de 1,2 litros con turbocompresor con dos alternativas: el punto de partida es el de 100 caballos y por encima una opción de 120 caballos. Y si hablamos de diésel, que aunque cada día se venden menos todavía suponen una opción para los que recorren muchos kilómetros cada día, con el propulsor 1,5 de 110 caballos.

El Mokka llega para competir en un segmento complicado, que es el que más ventas acumula en el mercado español. Un mercado en el que casi todos los fabricantes ofrecen una alternativa y en la que este Mokka destaca por un estilo muy llamativo, con personalidad, y una buena dinámica de marcha.

En cuanto a sus precios, oscilan entre los 21.824 euros del básico de 100 CV y los 32.113 euros del tope de gama con el motor gasolina de 120 caballos con cambio automático y el máximo equipamiento. En cuanto a "nuestro" Mokka-e, su precio recomendado sin descuentos ni plan de ayudas como el plan Moves, parte de los 35.400 euros. Una alternativa interesante para moverse por la ciudad, siempre que contemos con un punto de recarga en nuestro garaje o en el trabajo.

Ficha técnica

Opel Mokka-e

Motor eléctrico

Potencia 136 CV

Par motor: 260 Nm

Velocidad máxima: 150 km/h

Aceleración de 0 a 100 km/h, 9,0 segundos

Tracción: Delantera

Consumos homologado WLTP en ciclo combinado 15,8 kWh/100 km.

Capacidad de la batería: 50 kWh.

Autonomía WLTP en ciclo combinado: 335 km.

Dimensiones (longitud/anchura/altura), 4,15 x 1,79 x 1,53 metros.

Capacidad maletero: 310 litros.

Peso en vacío: 1.580 kg.

Precio: 35.400 euros.