Motor
Qué es el 'car flipping': otra preocupación sobre el precio de los coches de segunda mano
- Los precios de los coches de segunda mano y ocasión no dejar de subir
elEconomista.es
El mundo lleva un tiempo viviendo comercialmente, lo que podría definirse como una serie de catastróficas desdichas. De la crisis de los componentes originada por la pandemia se ha pasado a la de muchos materiales y al encarecimiento de los combustibles impulsado por la Guerra de Ucrania.
Una de esas derivadas ha hecho que los coches nuevos tarden meses en llegar a sus compradores, lo que, a su vez, ha provocado que se disparen los precios los vehículos de segunda mano y ocasión.
En concreto, en España, ha registrado un incremento interanual del 17% en el mes de julio, hasta 19.881 euros, encadenando 23 meses seguidos de subida, según los datos del 'marketplace' Coches.net.
La comparativa intermensual arroja un ligero incremento del 0,8%, mientras que la subida en los últimos tres meses es del 2,1%. En agosto de 2020, en plena pandemia, el precio medio del vehículo de segunda mano se situó en 15.059 euros en España. Casi dos años más tarde, cuesta unos 5.000 euros más.
Este mercado al alza ha hecho que se empiece a hablar de una tendencia ya habitual en Estados Unidos, el 'car flipping', que se puede traducir literalmente como "vuelta o volteo de coches" y que, de forma práctica, se trata de fórmula de compra-venta de coches muy directas buscando el beneficio rápido, algo que en un contexto como el actual, se está avivando, con compradores que adquieren vehículos en vista de poder venderlos en dos o tres meses sacando un porcentaje.
Algunas marcas como Tesla o Ford se ven afectadas y expuestas a partes iguales
Con un mercado así, en Estados Unidos se están dando casos en los que comprar un Tesla usado es más caro que uno nuevo. ¿El motivo? Saltarse la lista de espera de varios meses que ahora mismo hay que hacer al encargar un coche.
Ford, por su parte, está poniendo avisos y cláusulas en algunos de sus concesionarios para evitar que estos mismos hagan el mismo tipo de negocio. Todo, eso sí, en un mercado de segunda mano como el de Estados Unidos, mucho más liberalizado para lo bueno y para lo malo que el español.